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¿Por qué es peligroso conducir muchos kilómetros con una llanta de refacción tipo galleta?

Es importante tomar una serie de precauciones cuando se recurre a este tipo de neumático.

¿Por qué es peligroso conducir muchos kilómetros con una llanta de refacción tipo galleta?

Cuando se llega a ponchar una llanta del automóvil, no queda de otra más que cambiarla por la de refacción, o bien seguir rodando con precaución en caso que sea un neumático tipo runflat.

En caso que el vehículo tenga una llanta de refacción se debe poner atención en el tipo de rueda sustituto, es decir, que sea de tamaño normal o que se trate de una emergencia también conocida como galleta.

Mientras que la primera tiene tamaño idéntico a las llantas con las que rueda normalmente el automóvil, la segunda se puede identificar por ser pequeñas y delgadas, además de tener un rin de acero con un diseño bastante simple.

Debido a que tienen un tamaño menor, es importante poner atención cuando se tenga que manejar con una llanta tipo galleta debido a que cambia el desempeño del vehículo.

Por principio de cuentas se debe mencionar que muchos automóviles, principalmente los de tamaño compacto y subcompacto, equipan este tipo de llanta de refacción para ayudar a ahorrar espacio y peso en la cajuela.

De igual manera, esta solución permite ahorrar costos a los fabricantes, ya que no es lo mismo equipar al automóvil con cinco llantas idénticas a que sean las cuatro de facto más la de refacción con un tamaño menor y un rin de material más económico.

Ahora bien, el hecho que la llanta de repuesto de galleta significa que hay que tener ciertas precauciones. De inicio, al ser más pequeña y angosta, este neumático cambia por completo el manejo del vehículo, principalmente la dirección y el frenado, ya que existen fuerzas desiguales.

Debido a que la conducción cambia por completo, es que se recomienda manejar a baja velocidad cuando se usa una llanta de refacción de galleta. Lo ideal es no pasar de los 80 km/h.

Otra de las razones por las que se recomienda no pasar de esta velocidad es que el control electrónico de estabilidad y el control de tracción no funcionarán correctamente.

Considerando lo anterior, es vital no solo conducir a baja velocidad con la llanta de refacción de galleta, sino también se debe recorrer la menor cantidad de kilómetros posible.

Como regla general, no hay que rodar más de 120 kilómetros con una llanta tipo galleta, aunque algunos expertos recomiendan no exceder los 80 kilómetros.

Lo anterior se debe a que una llanta tipo galleta no está hecha como las llantas regulares. Son menos duraderos y no pueden soportar el abuso de conducción como lo haría un neumático normal.

Básicamente, la llanta está fabricada de un material de inferior calidad y mucho más fina que la de un neumático normal. Esto también significa que habrá que desecharla cuando se pinche o dañen, ya que no se pueden reparar.

Muchas marcas de autos recomiendan reemplazar el neumático de galleta después de diez años. Después de eso, aunque el neumático se vea bien, su integridad estructural podría verse comprometida.

Queda claro que una llanta de refacción de tamaño normal es preferible a uno tipo dona, pero en la mayoría de los casos, eso no sería práctico ya que ocupa más espacio en la cajuela del automóvil.

Además, cuando el automóvil tenga un neumático ponchado, estará agradecido si tiene un neumático de galleta a diferencia de un kit de inflado.

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