Hoy más que nunca, las transmisiones manuales de los automóviles están en peligro de extinción. Ahora, además de las preferencias de los consumidores que se inclinan por vehículos con cajas manuales, la transmisión operada por tres pedales se enfrenta a amenazas tecnológicas.
Debido a la aparición de sistemas de seguridad inteligentes y la proliferación de modelos híbridos y eléctricos, así como de la conducción autónoma, las cajas manuales están disminuyendo su ya de por si menguada participación de mercado.
De acuerdo con ZF Group, proveedor de autopartes entre ellas transmisiones, la participación de mercado de las cajas manuales en América del Norte es de solo el 1.2 por ciento.
Si bien las funciones de seguridad como control de crucero inteligente y el frenado automático de emergencia, también son compatibles con los automóviles con caja manual, tienen un mejor funcionamiento con las automáticas.
Este mejor funcionamiento de los sistemas de seguridad inteligentes con las transmisiones automatizadas se debe a que el software que congrega la información de las cámaras, radares, láseres y otros sensores tiene un enlace menos complejo, a la vez que fueron ideados en vehículos automáticos.
Al mismo tiempo, el llevar estas tecnologías a los vehículos con transmisión manual para su óptimo funcionamiento se traduce en fuertes inversiones económicas por parte de los fabricantes, que seguramente no están dispuestos a invertir al notar un declive por los vehículos de tres pedales desde hace décadas.
A lo anterior, hay que sumar que el pronóstico indica que la mayoría, sino es que todos los vehículos que se vendan en el mundo estarán equipados de serie con frenado automático de emergencia.
Otro factor que provocará que las cajas manuales tengan un mayor declive es la proliferación de los autos eléctricos, ya que este tipo de vehículos no requieren transmisiones de varias velocidades, en su lugar, una transmisión de una sola velocidad para regular el motor eléctrico.
En el caso de los vehículos híbridos, agregar una caja manual requiere tecnología adicional, como como un embrague electrónico, para garantizar un cambio perfecto entre la combustión interna y la energía eléctrica. Claro que esto incrementaría el costo del vehículo.