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Motor de arranque: ¿Ford Raptor, RAM 1500 TRX o algo más?

Se presentó la RAM 1500 TRX, la pickup deportiva más bestial... por ahora

Motor de arranque: ¿Ford Raptor, RAM 1500 TRX o algo más?

Cuando Ford decidió poner en el mercado la Lobo (F-150 en EUA) Raptor, estaba reviviendo una época de pickups rápidas y capaces que hace no mucho tiempo rodaban por el planeta. La última de la especie había sido la Dodge Ram SRT 10, que usaba el motor del Viper con 10 cilindros, 500 caballos y 525 libras-pie de torque. La versión de cabina sencilla con caja manual de seis velocidades llegaba a 100 km/h en menos de 5 segundos.

Fue también una Dodge la que comenzó la tradición de las pickups rápidas, pero no por iniciativa propia, sino con la ayuda de un nombre mucho más ligado a Ford que a los autos con parrilla de cruz: Carroll Shelby, quien en 1989 puso en el mercado una edición limitada de la Dakota con un V8 de 5.2 litros y 175 HP, que entonces era un número más que respetable. Menos de 1500 fueron producidas y al menos una aún circula en las calles de Guadalajara. Ya separada de Dodge, de nueva cuenta es una Ram que revive la pasión por las camionetas rápidas con la TRX presentada esta semana.

El corazón del nuevo monstruo (RAM 1500 TRX) del asfalto, mejor dicho, de la tierra, es el ya famoso V8 Hemi de 6.2 litros, supercargado, conocido como Hellcat y usado por primera vez en el estupendo Challenger. En la TRX esa máquina pondrá 702 caballos de fuerza y 650 libras-pie de torque en las cuatro ruedas. Obviamente su arribo detona la competencia en donde Ford estaba sola con la segunda y actual generación de la Raptor, con su magnífico motor V6 turbo que logra 450 caballos de fuerza y 510 libras pie de torque. Siendo más ligera que la Ram, la Lobo Raptor como la conocemos aquí, no debe tener un desempeño tan abajo de la TRX como se pudiera pensar. Pero...

El mayor de los monstruos y el que falta

Pero le toca a la Ram el derecho de presumir y ostentar. Finalmente tiene nada menos que 252 caballos más que la Ford, que es más potencia que la que ofrece una Escape EcoBoost. También son 140 caballos de fuerza más que su enemiga. La Lobo utiliza suspensión trasera de eje rígido con muelles y amortiguadores Fox. La Ram usa el mismo tipo de ejes, firmado por Dana, pero con resortes helicoidales y amortiguadores Bilstein. La transmisión de la Ram es de ocho velocidades y la de la Ford, de 10 cambios.

Hay ventajas para ambas, pero también me parece que hay espacio para más. Y por más me refiero a mejoras en la Lobo, de la que ya se dice usará también resortes traseros y que podría regresar a un V8 como lo tuvo en la primera generación. Seguramente sería el del Shelby GT500. Pero también me refiero a más rivales en esa tierra de gigantes.

Probablemente algo tenga que ver con el inmenso tamaño y la gran fuerza que tienen, además del hecho de que eran prácticamente animales extintos, que ambas camionetas hayan sido bautizadas con nombres inspirados en los dinosaurios. Ford optó por el que es considerado el tercer dinosaurio más peligroso de la historia, aunque el más inteligente, el velociraptor que nos asustó a todos en la escena de la cocina en la primera película de la serie Jurassic Park (milennials, búsquenla en su servicio de streaming, vale la pena). Ram se fue directo al rey de los dinosaurios, el tiranosaurio rex, o T-Rex.

¿Dónde queda el segundo más feroz?

General Motors no ha sido precisamente una habitante frecuente de ese terreno, en el que estuvo básicamente en 1991 con la mediana GMC Syclone y la Chevrolet 454 SS y su increíble V8 de 7.2 litros, pero esto no quiere decir que no sepa hacer algo por el estilo, sólo falta ver si quiere. Si se decidiera podría perfectamente entrar en el juego jurásico y nombrarla en homenaje al utahraptor, el segundo dinosaurio más peligroso del mundo, que mezcla la velocidad e inteligencia del velociraptor pero con fuerza y tamaño más cercanos al tiranosaurio rex.

Revividos todos esos “monstruos”, tendríamos una hermosa pelea para los amantes de las pickups, la desesperación de los ecologistas y el deleite de los amantes de la velocidad.

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