Cuando se habla de los autos deportivos que dijeron adiós y que son sumamente añorados en la actualidad, no hay duda que uno de los modelos que encabeza la lista es el Toyota Celica.
Durante su paso de 1970 a 2006, este auto que es toda una referencia en la historia de Toyota, dejó huella por su diseño, alto desempeño y por ser la base de los grandes éxitos de la marca japonesa en el WRC en la década de 1990 - 29 victorias y seis títulos, dos de constructores y cuatro de pilotos-.
Al mismo tiempo, se trata de uno de los deportivos con más historia de Toyota, ya que estuvo en producción durante 35 años con siete generaciones una vez que tuvo su debut en diciembre de 1970 como un auto deportivo coupé de precio accesible.
Primera generación (1970-1977)
Desarrollado a partir de la plataforma del Carina, el Celica -Celica es sinónimo de “celestial”- no solo se distinguía por su diseño y desempeño deportivo, sino también por ofrecer múltiples posibilidades de personalización; se podía elegir entre diversos motores de 1.4 y 1.6 litros, dos tipos de cajas de cambio manual y una transmisión automática y cuatro acabados -ET, LT, ST y GT-.
Además de estas opciones, en 1973, el Celica se ofreció con carrocería Liftback y con cinco motores para elegir, tres de 1.6 litros y dos de 2.0 litros. Fue creado para satisfacer la demanda del creciente número de clientes que querían un auto más práctico, gracias a su gran portón trasero y los respaldos de los asientos posteriores abatibles.
Segunda generación (1978-1981)
Luego de siete años y más de un millón de unidades vendidas, Toyota lanzó una nueva generación en agosto de 1977. De nuevo basándose en el Carina, el Celica se ofrecía con carrocería cupé de dos puertas y ‘liftback’, progresando en tamaño, tanto en longitud como en anchura, para responder a los gustos de los clientes estadounidenses.
Donde también hubo cambios fue en la gama de motores que con la entrada en vigor de normas de emisiones cada vez más estrictas, lo que orilló a Toyota a desarrollar un motor con doble árbol de levas en cabeza -Double Overhead Camshaft (DOHC)-.
Dos años después de su lanzamiento, la segunda generación del Celica sufrió una ligera actualización estética: los cuatro faros redondos fueron sustituidos por unos de forma rectangular, quedando integrados a ambos lados de una nueva parrilla frontal.
Tercera generación (1982-1985)
A solo cuatro años de su lanzamiento, la segunda generación del Celica fue reemplazada por una tercera. Con una serie de soluciones aerodinámicas, el nuevo Celica presentaba afilados contornos y superficies planas. Su rasgo más característico eran los faros elevables y semi retráctiles, de forma que cuando no estaban en uso quedaban guardados.
Asimismo, el diseño interior también fue mejorado, con un ambiente futurista regido por un cuadro de instrumentos digital y, en algunas versiones, sistema de navegación, uno de los primeros en la historia.
Otra gran novedad fue el motor DOHC con turbocompresor que se unió a la oferta del Celica al poco del lanzamiento de la tercera generación, con variantes de 1.6, 1.8 y 2.0 litros.
En 1982, Toyota lanzó 200 unidades especiales del Celica con homologación de rally Grupo B. Se denominaban Celica GT-TS y se fabricaron con el motor motor DOCH turboalimentado, mismo que demostró ser una gran arma de la marca en el WRC, especialmente en los rallys de África.
Cuarta generación (1985-1989)
Este capítulo que inició en 1985 fue un cambio drástico, ya que el Celica pasó de ser un auto de tracción trasera a delantera, a la vez que solo se ofreció únicamente con carrocería “liftback” que se distinguió por tener un diseño mucho más aerodinámico.
Esta nueva imagen se acompañaba y configuración de la tracción se acompañaron de una suspensión totalmente renovada -tipo MacPherson delante y detrás-, un interior digital más futurista gracias a los gráficos a color.
Para 1986 se presentó el que tal vez es el Celica más admirado y deseado, el Celica GT-Four, una versión de tracción total y con 185 hp turbocargados, que a la postre resultó ser la base de las victorias de Toyota en el WRC.
Quinta generación (1990-1993)
En su quinto episodio, el Celica contaba con un diseño todavía más aerodinámico, una carrocería más grande y una gama de tres motores de 2.0 litros con hasta 225 hp en el Celica GT-Four.
En 1992, debutó el Celica GT-Four RC (Rally Competition), una edición especial de 5,000 unidades en homenaje a los triunfos de Toyota en el WRC. Esta variante se diferenciaba por diferentes ajustes en el motor, entre ellos un ligero aumento de potencia, el chasis, con diferencial trasero tipo Torsen, y la carrocería con un toque más de deportividad.
Sexta generación (1993-1999)
Lanzada en 1993, la sexta entrega supuso el regreso de los cuatro faros redondos en el frontal, la llegada de una imagen aerodinámica y una nueva plataforma, con un chasis más rígido y ligero. Para la suspensión se optó por una nueva configuración, perfeccionando gracias a ella la respuesta a alta velocidad y en carreteras sinuosas.
En 1994 Toyota comercializó en Japón un nuevo Celica GT-Four, homologado para el WRC. Estaba dotado de un motor turbo de 255 hp, que permitía acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de seis segundos y alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h.
Séptima generación (2000-2006)
Con una imagen parecida a la tercera generación, el que sería el último Celica presentaba una imagen angulada, con una larga distancia entre ejes y las ruedas muy cerca de los extremos de la carrocería.
En algunos mercados hubo dos opciones de motorización disponible, un 1.8 litros de 140 hp y un 1.8 litros 192 hp, mientras que en otros, como en Europa, sólo se comercializó con el más potente.
En abril de 2006, tras más de 35 años de historia, siete generaciones y más de cuatro millones de unidades vendidas en todo el mundo, el mítico Toyota Celica cesó su producción.