Si bien el sistema de información, el quemacocos, el tamaño de los rines, son importantes en la decisión de compra de un automóvil, ninguno de estos elementos puede estar por arriba de los componentes enfocados a la seguridad.
No hay nada que sea más relevante que la protección de los pasajeros que prevenir o aminorar las lesiones en caso de sufrir un accidente a bordo de un automóvil. De esta manera, es importante que un automóvil cuente con la máxima cantidad de equipamiento de seguridad.
Cuando se trata de prevenir un accidente uno de los sistemas que no pueden hacer falta en un automóvil es el control de estabilidad o ESP, ya que ayuda a prevenir más del 80 por ciento de todos los percances que involucran el derrape de los neumáticos.
Compatible con el conductor en casi todas las situaciones críticas de manejo, el programa de estabilidad electrónica comprende las funciones del sistema antibloqueo de frenos (ABS) y el sistema de control de tracción, pero puede hacer mucho más.
Básicamente, detecta movimientos de deslizamiento del vehículo y los contrarresta de manera activa, mejorando considerablemente la seguridad de conducción.
¿Cómo funciona el control de estabilidad?
Sobre la base del ángulo de dirección, el sistema reconoce la dirección de desplazamiento deseada por medio de una serie de sensores de velocidad que miden la velocidad de cada rueda.
Al mismo tiempo, estos sensores miden la rotación del vehículo alrededor de su eje vertical, así como la aceleración lateral. A partir de estos datos, la unidad de control calcula el movimiento real del vehículo, comparándolo 25 veces por segundo con la dirección de desplazamiento deseada.
En caso que los valores no correspondan, el sistema reacciona en un instante, sin ninguna acción por parte del controlador. Como parte de su labor, el control de estabilidad reduce la potencia del motor para restablecer la estabilidad del vehículo.
Si eso no es suficiente, el sistema también tiene la facultad de frenar las ruedas de manera individual. Por su parte, el movimiento giratorio resultante del vehículo contrarresta el movimiento de deslizamiento: dentro de los límites de las leyes de la física, el vehículo permanece seguro en el curso deseado.
Además de lo anterior, el control de estabilidad ofrece funciones de valor agregado que aumentan la comodidad y la seguridad. Por ejemplo, el control de retención en pendientes ayuda al conductor al comenzar en pendientes aplicando los frenos de forma independiente durante unos dos segundos después de que el conductor haya soltado el pedal del freno. A su vez, esta tecnología puede proteger a los vehículos con un centro de gravedad alto del riesgo de volcarse.
En resumen: el sistema se da cuenta cuando el conductor quiere ir en una dirección diferente a la que va el automóvil.
Beneficios del sistema para el conductor
- Contrarresta el deslizamiento de vehículos
- Proporciona apoyo efectivo en situaciones críticas de manejo.
- Las funciones de valor agregado brindan seguridad de manejo adicional y mayor comodidad de manejo y agilidad de manejo.