Muchos deportistas han marcado una época en sus respectivas disciplinas. El mundo del motor es particular en estos aspectos, ya que normalmente un piloto que marca un legado en cualquier competición, puede probar suerte en otro torneo y seguir reinando. Este es el caso de Fernando Alonso.
El asturiano es para muchos el mejor piloto de la historia de la Fórmula 1. No es el que más campeonatos del mundo posee en sus vitrinas, pero sus exhibiciones de conducción serán recordadas por una generación que vibró con las hazañas del español a mandos de las diferentes escuderías que ha defendido.
El “Gran Circo” le quedaba pequeño a Alonso, ya que el dominio de una escudería como Mercedes no le permitía luchar por un nuevo entorchado, por lo que su decisión de buscar nuevos retos más allá de esta disciplina parecía acertada a priori.
Reinar en 2019, en las 24 Horas de Le Mans y en las 24 Horas de Daytona, dos de las pruebas de resistencia de motor con más caché, pone a las claras el nivel de conducción que presenta Fernando Alonso a sus 38 años.
Este 2020 comenzará con un reto mayúsculo para el piloto español, disputar por primera vez en su trayectoria el Rally Dakar. A mandos de su Toyota, al igual que hizo en las pruebas de 24 horas, el piloto asturiano llegará a Arabia Saudí con una gran expectación mediática. Las apuestas en línea ubican al español entre la terna de favoritos a la victoria final, pero en una prueba como esta, todas las predicciones pueden quedar en papel mojado.
En una competencia como el Rally Dakar, la valía en la conducción de los pilotos se hace más importante si cabe. Un terreno escabroso, en un recorrido de casi 8,000 kilómetros con algo más de 5,000 cronometrados pone en valor la dificultad de poder hacer algo grande en la cita por excelencia de inicio de curso en el inicio de año.
Todo puede pasar en esta aventura asiática del Dakar, ¿crees que Fernando Alonso seguirá acrecentando su leyenda?
foto: Cortesía Toyota