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¿Para qué sirve el parabrisas de tu automóvil?

Un elemento clave en la seguridad y el confort de un vehículo.

¿Para qué sirve el parabrisas de tu automóvil?

Además de tener la función del proteger a los pasajeros del automóvil, resguardándolos de la intemperie, el parabrisas aporta hasta una tercera parte de la resistencia estructural de un vehículo. Asimismo, esta pieza de cristal es un elemento clave para evitar el hundimiento del techo en caso de vuelco.

Junto a estas funciones, el parabrisas sirve para muchas otras, por ejemplo, en los modelos más equipados, fungir como alojador de diversos sensores. De estos, los más importantes son las cámaras de los sistemas de seguridad activa que intervienen en la advertencia de cambio de carril o en el sistema de frenado de emergencia.

Otro elemento tecnológico que aporta seguridad a través del parabrisas es el Head Up Display. Este sistema proyecta información básica del automóvil sobre el parabrisas para consultarla sin retirar la vista del camino. De ahí viene su nombre, que emplea los términos ingleses 'Head' (cabeza), 'Up' (alta), 'Display (pantalla). Este invento nació en los aviones de combate y en la última década se ha popularizado en los automóviles de gama alta.

Una más de las funciones del parabrisas es la de filtrar de los rayos UV a los pasajeros de las plazas delanteras. Algunos además de estar dotados de filtros, también gozan de protección térmica al incorporar una lámina transparente de óxidos metálicos en su interior. Esta lámina refleja la radiación infrarroja y traslada menos calor al habitáculo, permitiendo un menor uso del aire acondicionado.

A lo anterior hay que sumar que algunos parabrisas ofrecen protección acústica, lo que se traduce en una conducción más cómoda. Ciertos parabrisas disponen de un laminado especial que absorbe diferentes frecuencias. Esa capa acústica consigue reducir el nivel de ruido en el habitáculo hasta en un 30 por ciento, lo que permite elevar la insonorización. Además, reduce los zumbidos de las frecuencias bajas, el ruido aerodinámico (frecuencias altas) y el ruido de la lluvia.

 

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