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Prueba de Manejo

Jeep Wrangler 2018 a prueba

Sigue siendo el rey del 4x4, pero ahora también sabe bien como andar en carretera

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El rey de los 4x4 se ha renovado por completo y vaya reto que eso implicó para FCA, y es que el Jeep Wrangler es un icono de la industria automotriz mundial, quizá al mismo nivel que el Porsche 911, la Serie F de Ford o el Golf de Volkswagen. Y sí, aunque le pese a Land Rover y Mercedes-Benz, sus Defender y Clase G respectivamente, se quedan en príncipes.

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Modernizando al icono

Uno de los retos más grandes al momento de rediseñar un icono como el Jeep Wrangler, es el de modernizarlo, pero preservando su esencia. El nuevo Wrangler 2018 o JL mantiene a todas luces ese carácter único, es decir los faros redondos y parrilla de siete ranuras están presentes, sin dejar de lado las formas cuadradas y agresivas.

Sin embargo, tenía que ser más eficiente desde el punto de vista aerodinámico, por lo que la parte alta de la parrilla ahora incorpora una pequeña curvatura que obligó a las clásicas letras de JEEP que siempre estuvieron ahí a desaparecer. Asimismo, el cofre cuenta con rasgos más suavizados al igual que las salpicaderas, mientras que el parabrisas es más inclinado que antes. Todo lo anterior, da como resultado un coeficiente de penetración 9% mejor que antes.

Los Easter Eggs

Jeep es una marca que se enorgullece de su historia y el uso que los propietarios le dan a sus vehículos. Por lo que disfruta de incorporar creativos detalles que hacen referencia a ello, conocidos como Easter eggs o Huevos de Pascua.

Sin duda, la parrilla de siete ranuras es uno de los elementos de diseño más representativos de Jeep y en este nuevo Wrangler la encontramos también en la rejilla de los limpiadores, así como en el interior de la tapa de la cajuela.  A un costado, hay una placa en donde se despliega el código de esta generación “JL”, así como las capacidades 4x4 y lugar de fabricación.

La leyenda “JL” se repite en uno de los costados del área de carga, mientras que bajo la alfombra hay espacios destinados para colocar los tornillos del toldo, parabrisas y puertas. Además, la palabra Jeep está en los faros de LED.

Las infaltables siluetas de su ancestro, el Willys Overland se ubican en: rines, parabrisas, pomo de la palanca de velocidades y tapetes, que también muestran la geografía del Desierto de Moab en Utah, con divertidos elementos como el pico y pala atrás e incluso una cabeza de fósil de dinosaurio en el lado del copiloto.

Por otra parte, algunas superficies tienen un patrón que según yo tiene inspiración en el camuflaje militar. Por último, el diseño de las calaveras se basa en los emblemáticos depósitos para combustible que llevaban los Willys de antaño, un patrón que se repite en algunas partes del interior.

Interior rudo y moderno

El interior fue completamente renovado y es en verdad espectacular, la calidad de materiales y ensamble son muy buenos. El tablero cuenta con plásticos suaves al tacto con costuras en color blanco y en general todos los elementos como perillas, insertos metálicos y tornillería expuesta y botonería transmiten una sensación de calidad agradable y congruente con el diseño exterior.

Por su parte, el volante multifunción está forrado en cuero y también cuenta con pespuntes en color blanco al igual que las superficies del tablero.

Por lo que hace al equipamiento, destaca la pantalla central táctil de 8.4” con sistema Uconnect que cuenta con compatibilidad con Apple Car Play y Android Auto, la interfaz es simple y fácil de utilizar con un marcado parecido con el de un teléfono inteligente o tablet, empezando porque la barra de búsqueda está en primer plano.

Cuenta con sistema de navegación, así como un montón de funciones interesantes englobadas en una pestaña que se denomina Uapps, de entre ellas, quizá la más atractiva es Off Road Pages, que permite a los ocupantes visualizar en tiempo real, datos importantes cuando se conduce fuera del camino como inclinación lateral o longitudinal, temperatura y presión de los componentes mecánicos, así como estado de funcionamiento del sistema de tracción.

Adicionalmente, ofrece elementos de conveniencia como climatizador automático de dos zonas, cristales eléctricos, asientos forrados en cuero, puerto USB, USB C y aunque es cierto que no ofrece quemacocos, es completamente innecesario.

Convertible, sin puertas e incluso sin parabrisas en cuestión de…

Y es que con solo liberar unos cuantos seguros se pueden desmontar los dos paneles frontales del toldo para dejar completamente al aire libre a los ocupantes de adelante, esta primera parte es realmente fácil y rápida.

La sección posterior que resguarda tanto fila trasera, como área de carga, también se puede remover al quitar ocho tornillos y desconectar un arnés, esto último resultó bastante más complicado que el tema de la tornillería, que por cierto cuentan con un inteligente espacio destinado para guardarlos debajo de la alfombra del área de carga. Para desmontar el techo, será necesario mínimo de dos personas y varios minutos.

Por su parte, las puertas también se pueden quitar, hay que desconectar un arnés, un par de tornillos, desenganchar un tirante de nylon y en teoría eso es todo. Sin embargo, he de confesar que nosotros, con la herramienta que incluye el Wrangler de fábrica no pudimos lograrlo, por lo que si te recomiendo cargar con llaves y dados más grandes.

Por último, el parabrisas también se puede plegar para así vivir una conducción completa al aire libre, es decir, sin techo, puertas ni cristal que nos separe de los elementos. Sin duda una funcionalidad que, si tienes el tiempo, la paciencia y ayuda para desmontar todos los paneles, multiplica por diez el ya de por sí, elevado cool factor del nuevo Jeep Wrangler 2018.

Confort

Un aspecto a señalar es que me costó mucho trabajo encontrar una posición de manejo cómoda, y es que aun cuando el asiento ofrece ajuste de profundidad, altura y reclinación de respaldo, sumado a que el volante también ofrece ajuste tanto de profundidad como altura. La posición nunca fue de mi total agrado.

Por su parte, en la banca trasera, hay muchísimo espacio tanto para piernas como para cabeza y hombros, por lo que dos adultos viajarán con total comodidad, incluso un tercer ocupante al centro mientras sea un niño no tendrá problema. Las amenidades no incluyen control de clima, pero sí salidas de aire independientes, dos puertos USB y otros dos adicionales USB C, así como un tomacorriente de 110v.

Por fin, refinado en carretera

Una de las grandes promesas de este nuevo Jeep Wrangler era la de entregar una mejora sustancial en la calidad de marcha tanto en ciudad como en carretera y puedo asegurar que la marca cumplió.

Si bien es cierto, el Wrangler es imparable y un vehículo tremendamente capaz fuera del camino, el ofrecer esas capacidades siempre demandó de muchos compromisos en caminos asfaltados.

Para este Wrangler JL ya no es así gracias a la adopción de una plataforma completamente nueva que pesa 90 kilos menos y que incorpora una suspensión independiente en el eje frontal. Pero las mejoras no se detienen ahí, el motor es el ya conocido V6 Pentastar de 3.6 litros que en este caso entrega 285 hp y 260 lb-pie de torque y que va asociado a una caja automática de ocho velocidades, por lo que puede ser suave y confortable en ciudad o bien responder con contundencia al pedal del acelerador.

Entonces, en carretera ya es un vehículo que se puede utilizar sin problema, es decir ya no se siente inseguro a velocidades de autopista. En el Wrangler anterior, la dirección era lenta y poco comunicativa, además de requería de mucho volanteo para cualquier maniobra, lo que transmitía mucha inseguridad.

De cualquier manera, es importante estar consciente de que la altura sigue siendo un factor determinante para el comportamiento del Wrangler y es que al tener casi 30 cm de altura (27.6 cm para ser exactos) con respecto del piso y con un recorrido tan grande de suspensión, el tomar curvas a gran velocidad no es precisamente una gran idea. Eso sí, aun considerando la altura, la suspensión absorbe bien y no se produce balanceo excesivo.

Al ser la versión Sahara, cuenta con un sistema de doble tracción Comand-Trac con caja de transferencia de dos velocidades, pero no tiene bloqueo de diferencial, una funcionalidad reservada para el Rubicon. Aun así, el Wrangler Sahara es una bestia fuera del camino, de eso no queda la menor duda y para muestra basta decir que el ángulo de ataque es de 44 grados, mientras que el de salida es de 37 grados y puede vadear hasta 76 cm de agua.

Es verdad que aun con el vehículo completamente cerrado, el ruido del viento es molesto e incluso a partir de los 120 km/h o más, el tener una conversación con los demás ocupantes puede ser incluso difícil, sin embargo, es parte del concepto del Wrangler. En todo caso si buscas un manejo más silencioso y refinado, la opción es la Grand Cherokee.

La joya de la corona

El renovado Wrangler representa un triunfo para FCA, ya que la ejecución en todos los ámbitos es magistral; mantuvo su esencia y capacidades de vehículo aventurero, al tiempo que ganó civilidad para el uso diario y sin perder un ápice de ese carácter que lo hace el vehículo más emblemático de Jeep. Está claro que jamás será un modelo de grandes volúmenes para la marca, pero esa no es su función.

El Wrangler es ese Jeep que todo fanático de la marca quisiera tener y que está reservado para unos cuantos que sí viven fuera del camino, es también la referencia a partir de la cual son creados todos los demás modelos de corte más urbano o de lujo, ya sea por diseño o capacidades 4x4. En pocas palabras, es la joya de la corona, no solo para Jeep, sino de todo el consorcio ítalo – norteamericano.  

 

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