Aunque recientemente el Ford Fiesta estrenó generación a nivel mundial, aún llegan noticias del actual modelo, ya que la división en Brasil hace todo lo contrario y dota al actual MK7 de una nueva actualización que por el momento se destirá a los mercados de Sudamérica.
Estéticamente, los cambios son ligeros, centrados especialmente en el frontal, donde aparece el efecto diamantes en la parrilla y un nuevas defensas con un delineado inferior que se enrosca en los costados. Otros cambios incluyen la redistribución de elementos en las ópticas.
En el interior hay pocos cambios, entre ellos, acomodar la pantalla del SYNC3 tal y como sucede con la versión que todavía se fabrica en México. Hay nuevos tapizados y retoques en los asientos
Mecánicamente no hay cambios, si bien esperábamos que Ford colocara el nuevo 1.5 litros de 3 cilindros que estrenó la renovación de la EcoSport 2018, pero conserva el conocido cuatro cilindros 1.6 litros con 120 Hp, asociado a una caja manual de cinco velocidades. En Brasil también se vende con caja automática, la que si bien renuncia al nombre Powershift, sigue siendo la misma doble embrague. Ante las quejas de fiabilidad, Ford aclara que realizó mejoras en sectores críticos como el material de fricción, bujes y módulo de control.
En Brasil también se ofrece el motor 1.0L Ecoboost aunque, teniendo encuenta que hay una Ecosport 2.0 Litros con 164 Hp, igual y Ford se anima a sacar una variante deportiva impulsada con este motor, aunque sus prestaciones estarían por debajo del actual Fiesta ST.
Si tomamos en cuenta el cese de producción del Fiesta en la planta de Cuatitlán, Estado de México, no sería descabellado pensar que Ford decidiese comercializar este modelo brasileño en México, tal y como ya ocurrió en el pasado.