La Historia
Cuando se habla del Dodge Charger Daytona 1969, se aborda uno de los pasajes más románticos y apasionantes de la firma estadounidense. Su llamativa figura, donde resalta un perfil de cuña rematado con el enorme alerón trasero no es producto de la casualidad, sino de un exhaustivo y concienzudo trabajo aerodinámico realizado por el diseñador de misiles John Pointer con el que transformó al ya de por sí poderoso muscle car en un monstruo imparable capaz de arrasar y humillar a su competencia en las pistas NASCAR. Por cierto, para cumplir las exigencias de homologación del serial, Chrysler construyó únicamente 500 unidades, por lo que es un modelo sumamente cotizado y difícil de encontrar.
Con sus 22 victorias entre las temporadas 1969 y 1970, este vehículo demostró con hechos las ventajas de haber sido el deportivo estadounidense pionero en utilizar el túnel de viento en su desarrollo. Esta superioridad también la trasladó a otros ámbitos, ya que estableció 28 diferentes récords de velocidad, siendo el más recordado aquel en donde se convirtió en el primer muscle car en sobrepasar la barrera de las 200 mph al alcanzar una velocidad máxima de 201.104 mph. Esto quiere decir que hace 50 años este modelo ya alcanzaba los 323.6 kilómetros por hora.
Por cierto, de serie el Charger Daytona original era impulsado por un V8 440 Magnum de 7.2 litros capaz de erogar 380 hp, potencia que incluso hoy día es bastante elevada. No obstante, la cereza en el pastel era el V8 426 HEMI de 7.0 litros “Elephant” que producía 425 caballos de fuerza... simplemente impresionante.
Hoy, día es un modelo altamente demandado, ya que su rareza lo convirtió en un modelo de culto altamente buscado por los coleccionistas, por lo que resulta entendible que su popularidad lejos de disminuir haya ido en aumentoy como muestra cabe recordar que este modelo fue conducido por Dominic “Dom” Toretto en Rápidos y Furiosos 6, haciendo que por un momento olvidáramos al icónico Charger negro supercargado de las primeras entregas.
Engañoso homenaje
Dar un repaso a estas credenciales era más que necesario para entender por qué Dodge se tomó la molestia de retomar esta mítica denominación, aunque para ser sincero, más que una reinterpretación se trata de una edición especial que a través de ciertos guiños estéticos rinde tributo a su ilustre antepasado. Desde este momento te adelanto que el nuevo Charger Daytona 2017 está lejos de ser tan extremo o exclusivo como el original, pero no por ello deja de ser atractivo y deportivo. Pero vayamos por partes.
Para empezar, está el apartado estético donde vemos que el Charger Daytona 2017 retoma muchas soluciones vistas en el todopoderoso Hellcat. El cofre con su toma de aire de grandes dimensiones, el kit aerodinámico e incluso la parrilla de panal están ahí. Sin embargo, cuenta con elementos propios que lo separan del resto de la gama como el anagrama o las calcomanías con la leyenda “Daytona”. Por cierto, esta última recorre la cajuela de un lado a otro de la misma manera que en el modelo de 1969, sin embargo, el enorme y característico alerón de casi 60 cm de alto de su antepasado cedió su lugar a uno más discreto pintado de negro, el cual también fue tomado directamente del gran felino infernal.
En un principio pareciera que no es mucho, pero estos elementos que decoran la carrocería en un atractivo tono rojo “TorRed” en combinación con el sonido del HEMI hacen que el Charger Daytona sea un imán de miradas por donde circula. Su presencia impone, a tal grado de que los dueños de muchos sedanes premium se hacen a un lado con tal de admirar semejante bestia. Ni que decir de aquellos que a toda costa tratan de emparejarse para retarte a un duelo de velocidad. Para ejemplificar esto créeme que no exagero cuando te digo que durante un semáforo en rojo este muscle sedán se robó la atención de las personas, aun cuando había un Audi R8 Spyder a nuestro lado…tal vez los menos entendidos pensaron que se trataba de un Hellcat modificado.
Lamentablemente, la agresiva imagen no va muy acorde con el desempeño del Charger Daytona y es que, si bien está lejos de ser un simple sedán familiar, mantiene la misma base mecánica de las versiones R/T “comunes”. Esto quiere decir que bajo el cofre encontramos el conocido V8 HEMI de 5.7 litros capaz de producir 370 hp y 395 lb-pie de torque, mismo que se acopla a una transmisión automática Torqueflite de ocho velocidades. Eso sí, según Dodge, el sistema de escape recibió algunas modificaciones para que el rugido sea más poderoso e intimidante. Tengo que admitir que resulta adictivo buscar cualquier pretexto para pisar el acelerador y dejar que el bramido del escape suene a todo volumen. En verdad te sientes como un macho alfa marcando su territorio.
No cabe duda que con este conjunto estamos ante un muscle-car del siglo XXI, pero aun así está muy lejos de contar con la potencia descomunal de sus ancestros. Bueno, antes de que quieras arrojar el monitor por la ventana o de plano apagar tu celular, cabe recordar que en el pasado Dodge ya empleó una fórmula muy parecida ya que en 2006 presentó un Charger Daytona con características similares. Sin embargo, incluso en aquel entonces los ingenieros estadounidenses se tomaron la molestia de aumentar la potencia un poco, al pasar de los 340 hp de serie hasta los 350 hp. Una ganancia mínima pero igual servía para presumir que tenías 10 hp más bajo el cofre con respecto de un Charger normal.
Si hasta este momento estás enamorado de la estética, pero requieres más caballos de fuerza, tendrás que cruzar al otro lado del Río Bravo ya que en Estados Unidos el Dodge Charger Daytona se encuentra disponible bajo la configuración del V8 HEMI de 6.4 litros con 485 hp, el cual, además presume algunas mejoras como un sistema de frenos firmado por Brembo, así como neumáticos de alto desempeño y una suspensión más rígida. Algo más acorde con la herencia y enfoque racing que conlleva tan glorioso apellido. Después de todo rememora a unos de los circuitos más famosos no sólo de Estados Unidos o Norteamérica, sino de todo el mundo.
Aunque lo más atractivo de este Charger está en su exterior, puertas adentro podemos encontrar que el habitáculo recibe algunas cuentas mejoras que lo distinguen como una edición especial. Primero, y como es de esperar, está el logotipo Daytona colocado en la parte superior de la consola, justo enfrente del puesto del copiloto. Este anagrama también lo podemos encontrar bordado en un llamativo tono naranja en los asientos forrados en piel y gamuza, cuyas costuras también presumen este color.
Bestia con personalidad propia
Tras describir las principales características del Daytona, todo lo demás se mantiene igual al Charger R/T “normal” y aunque pudiese parecer demeritorio, la realidad es que estamos ante un sedán que a pesar de su veteranía saca una sonrisa de quien lo maneja y más cuando se cuenta con los extras y el sabor que sólo una versión como la aquí mostrada pueden ofrecer. No será un Hellcat, ni siquiera un SRT 392, pero tiene su encanto y ese sabor que sólo los deportivos estadounidenses pueden ofertar.
Si no tienes problema con la gasolina (es mejor que te patrocine algún allegado a PEMEX como Romero Deschamps o te comprometas con la hija de un petrolero texano) debes de considerar que el precio del Dodge Charger Daytona 2017 es de $711,900 pesos, un precio alto, pero que te convertirá en la envidia y foco de atención por donde pases.