A David Brown lo conocemos desde hace un tiempo gracias al lanzamiento del Speedback GT, un hermoso y excesivamente costoso deportivo cuyo diseño se inspira en el Aston Martin BD5.
Este excéntrico millonario británico que no tiene nada que ver con el creador de buena parte de los Aston Martin de colección, y cuyo sueño de niño era fabricar sus propios autos, nos sorprende ahora con una reinterpretación del Mini clásico de los años 60, hermosa como todas sus creaciones, y absurdamente cara: desde €80,000 hasta €100,000 euros, es decir, algo así entre 1.2 y dos millones de pesos. Y pretende vender unas 100 unidades por año.
La gracia de este Mini Remastered (su nombre completo) es que Brown regresa a los orígenes del popular modelo, a su esencia más pura, aplicando un diseño purista, procesos de producción artesanales y lo último en tecnología mecánica y de conectividad.
Brown indica que cada MINI parte de cero y supone unas mil horas de trabajo para ser terminado. La silueta y proporciones son básicamente las mismas del diseño originals, pero Brown ha utilizado paneles y estampados modernos para garantizar un mejor ajuste entre las piezas.
Como buen carrocero se ha permitido algunas licencias, como los grupos ópticos traseros, las luces LED, decoraciones cromadas por en contorno y un nuevo sistema de escape deportivo. Los rines también son nuevos, pero mantienen el tamaño de 12 pulgadas del modelo original.
En su interior también hay cambios importantes, partiendo por una actualización tecnológica, que incluye aire acondicionado, botón de arranque y una gran pantalla que soporta el sistema de infoentretenimiento con conectividad a Apple CarPlay y Android Auto, así como navegador GPS.
Además, luce un volante más pequeño firmado por David Brown Automotive y accesorios de estilo vintage, como el cuadro de instrumentos con relojes Smiths.
Como mero dato cultural, recordemos que los Mini de la era BMW se escriben con mayusculas, así: MINI, los clásicos van con mínusculas
Como motor, David Brown Automotive escogió el denominado Tipo S de 1.275 cc, el último propulsor de los Cooper S en los años 80 y también del 1275 GT de los 70.
Este motor fue reacondicionado y acoplado a una caja manual de cuatro velocidades, entregando entre 90 y 110 caballos de fuerza, aunque David Brown ofrece diferentes posibilidades que subir aún más la potencia disponible. También fueron modificados y modernizados los sistemas de suspensión y frenos.
David Brown ofrece bastantes posibilidades de personalización con varios tipos de colores para la carrocería o diferentes componentes a elegir, aunque el carrocero fabricará dos series limitadas a 25 unidades cada una. Se rata de los Mini Inspired by Montecarlo –en alusión a la mítica carrera– o Inspired by Café Racer, un guiño a las motocicletas de este estilo.