Aston Martin Valkyrie se presenta en su versión casi definitiva

Aston Martin viene pisando fuerte con sus deportivos de la mano de AMR, pero la marca favorita de James Bond no se queda sólo en eso y su trabajo en conjunto con Red Bull, el Aston Martin Valkyrie, también ha sido objeto de algunas modificaciones, que parecen determinar cómo será finalmente el auto británico.

Con Adrian Newey, diseñador fuerte de Red Bull, a cargo, el Valkyrie recibió unas nuevas tomas de aire integradas a la carrocería, que le permiten ganar en carga aerodinámica. En la misma línea, las luces delanteras fueron montadas en una estructura de aluminio anodizado que baja su peso en un 30%. Y si bien parece exagerado, las insignias han sido quitadas en busca de la menor cantidad de peso posible. Para no usar adhesivos, el logo de Aston Martin en aluminio ultraligero y de apenas 70 µm de grosor (0.07 mm).

Adentro, todo sigue igual de minimalista. Si bien los materiales son de alta calidad, como fibra de carbono, metales tratados o alcántara, el interior parece mas propio de un conceptual. Ni siquiera los espejos retrovisores se salvaron, ya que se convirtieron en cámaras, mientras que el cuadro de instrumentos principal está emplazado en una pantalla OLED en el volante extraíble. Los asientos, por otro lado, son parte estructural de la cabina y no un componente aparte.

Sobre el tren motriz, aun no hay nada confirmado, pero se especula el uso de una unidad V12 de 6.5 litros, acompañado de un motor eléctrico, con el que se alcanzaran los 1,130 caballos de fuerza, en un peso estimado de apenas 1,030 kg.