Un análisis realizado por Morgan Stanley confirma uno de los pronósticos más sonados en la industria del automóvil: las ventas de autos de eléctricos superarán a las de vehículos con motores de combustión interna.
Si bien, no existe una fecha concreta para que esto ocurra, las investigaciones llevadas a cabo por los analistas de la firma financiera estadounidense predicen que será en 2040 cuando la comercialización de vehículos eléctricos sea mayoría versus a los vehículos alimentados con combustibles fósiles.
Pero antes que esto suceda, es decir, en 2030, la penetración de mercado de los vehículos eléctricos será del 16 por ciento y tendrá una destacado crecimiento en los 10 años subsecuentes. Por lo que en 2040 se estima que el market share de los autos eléctricos sea de 51%, mientras que para 2050 será del 69 por ciento. Esto quiere decir que justo a la mitad del Siglo XXI existirían más de mil millones de vehículos totalmente eléctricos en las carreteras a nivel mundial. En dado caso que existan normas más agresivas por parte de las autoridades, estas cifras cambiarían a una penetración del 60% para 2040 y de un 90 por ciento para 2045.
Ahora bien, el estudio de Morgan Stanley también contempla la posibilidad que la tecnología de autos eléctricos resulte inviable y/o que los gobiernos disminuyan las regulaciones. En este caso, los autos eléctricos tendrían una participación global del 9% en 2025, sin embargo, disminuiría de ahí en adelante.
Aunque nada está dado por hecho, todo parece indicar que esto último pronóstico no ocurrirá. Sobre todo porque cada día que pasa, las tecnologías y sistemas empleados en los autos eléctricos disminuyen de precio, al mismo tiempo que la autonomía que brindan es mayor. Por otra parte, los fabricantes está realizando fuertes inversiones económicas en Investigación y Desarrollo enfocada a los vehículos cero emisiones. Todo esto en conjunto permitirá que los autos eléctricos estén a la par (precio y distancia recorrida) de los vehículos con motores de combustión interna, así que no habría ninguna razón para que los compradores busquen automóviles a gasolina.
