Con este concepto, queda claro que Skoda no quedará exenta de la estrategia ecológica que se prepara en las oficinas del Grupo Volkswagen para lanzar cinco modelos 100% eléctricos antes de 2025.
La marca pretende lanzar su primer híbrido enchufable plug-in en 2019 (el cuál estará basado en el Superb), para poco después lanzar su primer vehículo 100% eléctrico un año después, utilizando la plataforma MEB ya desarrollada por el grupo alemán como base.
La estrategia eléctrica de Skoda se inicia con la presentación del Vision E Concept en el Salón de Shanghái 2017, un estudio de diseño que incorpora toda la base tecnológica que se utilizará en los futuros modelos, y que marca una diferenciación estética respecto de la gama actual.
Estéticamente se presenta como un crossover con un perfil de "coupé de cuatro puertas". Algo muy a tono con los Volkswagen I.D. Crozz Concept y Audi e-Tron Sportback Concept, los otros conceptuales mostrados por el Grupo VAG en la muestra china.
El Skoda Vision E Concept mide 4,645 mm de largo, 1,917 mm de ancho, 1,550 mm de alto y tiene una distancia entre ejes de 2,850 mm. El paquete mecánico incluye un par de generadores eléctricos que en total entregan 225 kW (300 hp) a las cuatro ruedas, y un paquete de baterías de ion-litio que ofrece una autonomía de 500 kilómetros con una sola carga. Su velocidad máxima anunciada es de 180 kilómetros por hora.
Asimismo, incluye un sistema de conducción autónoma nivel 3, lo que en la práctica significa que puede mantener la velocidad y frenar de manera independiente en el tráfico, conducirse por su cuenta en autopistas manteniendo su carril, y realizar maniobras direccionales en procesos de adelantamiento y estacionamiento.
Skoda indica que el Vision E puede alcanzar 180 km/h de velocidad máxima.