Con una inversión que supera los 3 mil millones de euros, la firma alemana Audi, planea crear las bases para un gran futuro. Esto se pretende conseguir a través de nuevos procesos, optimización de costos y por supuesto con altos niveles de inversión.
Los mayores beneficiarios por esta inversión serán las plantas de Ingolstadt y Neckarsulm, donde además, Audi traerá expertos en el campo de las tecnologías del futuro para incrementar su productividad.
Entre los planes de desarrollo para este año aparece el Audi Q2, con quien se pretende inaugurar un nuevo segmento, también, la compañía de los cuatro aros presentará al sucesor del Q5, que se fabricará en la nueva planta de la marca en México, en San José Chiapa, Puebla.
La nueva visión a futuro comprende los años 2018, donde Audi planea lanzar el primer auto en serie con propulsión eléctrica basado en el concepto Audi e-tron quattro y 2020 donde planea expandir su gama hasta en 60 modelos diferentes.
Estos cambios se producen en medio de la crisis generada por Grupo Volkswagen y el llamado dieselgate, que se rumora podría traer la venta de marcas como Bentley, Ducati y Lamboghini por parte del grupo.
Por otro lado, a principios de diciembre, Audi adquirió un tercio de las acciones de Here, asegurando la cooperación con un proveedor líder en mapas digitales y servicios de localización.
“Continuamos con nuestros altos niveles de inversión en tecnologías de futuro para mejorar la fuerte posición de nuestra marca”, comentó el Presidente de Audi, Rupert Stadler.
Así, fiel a su lema “liderazgo por tecnología”, la empresa automotriz germana planea seguir posicionándose entre los primeros lugares de innovación.