Por las ventas de autos registradas en China durante los últimos meses pareciera que ese mercado ha llegado a su límite antes de lo proyetado por los fabricantes.
Este estancamiento ha provocado que los distribuidores chinos se vean en la necesidad de aplicar enormes descuentos para atraer a los clientes. Algunas marcas como Audi están aplicando rebajas superiores incluso al 30 por ciento, por ejemplo, un Audi A8 que originalmente costaba $317,000 dólares ahora está disponible en poco más de $200,000 dólares.
Además de estas impresionantes ofertas, los fabricantes y dealers están ofreciendo otros incentivos como 0 por ciento de interés en el financiamiento y subsidio del seguro. Compañías como PSA Peugeot -Citroen y Mazda han advertido que esta guerra de precios dañará los márgenes de beneficio. Por su parte, BMW mencionó que la desaceleración en el mercado chino obligará a la empresa a revisar los objetivos de rentabilidad para este año.
Luego de este descenso, los analistas pronostican que al cierre del año China registrará la comercialización de poco más de 24 millones de unidades, lo que representa un crecimiento del 3 por ciento.