Uno de los muchos detalles que hacen del nuevo Ford Shelby GT350R Mustang un auto que definitivamente dejará huella en la historia del automóvil, es el hecho que se trata del primer vehículo de producción en serie en incorporar rines de fibra de carbono además de contar con el V8 más potente de la historia de Ford.
Fabricados por la empresa australiana Carbon Revolution, los rines de este material ultra ligero le confieren al muscle car un rendimiento superior gracias a que contribuyen en el ahorro de peso no suspendido. Al comparar los rines de fibra de carbono con los de aluminio, el ahorro es de casi un 50% por unidad, al tiempo de que son más rígidos.
Además de la mayor ligereza, los rines de fibra de carbono mejoran la dinámica de conducción al perfeccionar el trabajo de la suspensión, la dinámica de chasis, la sensación de dirección y calidad de marcha.
Si bien este material tiene muchos beneficios, también tiene sus contras y uno de ellos es la fragilidad, por lo que los baches podrían ser su peor enemigo. Así que para soportar las máximas exigencias, sus creadores han desarrollado una resina especial y un sistema de revestimiento térmico que permite que la fibra de carbono alcance los niveles de rigidez y resistencia requeridos.
Además de ello, cada rin es sometido a 61 pruebas para analizar 246,000 datos mediante una tomografía computarizada en el que se toman más de 18,000 imágenes de rayos-X. De esta manera se asegura que se encuentre en perfecto estado para ser montado en el automóvil.
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