Para 2017 el Servicio Secreto de Estados Unidos tendrá una nueva limusina que trasladará al Presidente.
Aunque aun no se sabe que fabricante será el encargado de crear el futuro vehículo presidencial, Mark Fields, Director General de Ford, dio a conocer que no tienen planes de ser los responsables de desarrollar la nueva “Bestia”. Como es bien sabido Lincoln, marca perteneciente a Ford Motor Company, fue quien se encargó de crear la limusina del Presidente de Estados Unidos durante gran parte del Siglo XX. Fue hasta la era de Ronald Reagan, en 1981, cuando la limusina más segura del mundo llevó el emblema de Cadillac.
De acuerdo al Servicio Secreto, antes de llegar a la producción el vehículo del presidente de Estados Unidos debe de pasar por varias fases, entre ellas la elección de las especificaciones del auto (chasis, exterior, interior y motor) y la validación.
Debido al blindaje y equipamiento la limusina Cadillac de Barack Obama, valorada en 1.5 millones de dólares, tiene un peso de 6.8 toneladas. Con tal masa el vehículo tiene un consumo de combustible de 1.5 km/l. Asimismo, es tal la armadura que las puertas son casi imposibles de abrir desde el interior. Y es que el blindaje tiene un espesor de 200 mm y las ventanas un grosor de 130 mm.
Este vehículo creación de General Motors también equipa un equipo de extinción de incendios, sistema de cierre especial, cámara nocturna en la parte frontal, teléfono satelital y un sistema de comunicación interactivo. De igual forma ante un embate la cabina puede resistir ataques químicos. Por si fuera poco en el maletero existen armas, un suministro de oxígeno y equipo médicos de emergencia, incluyendo sangre del tipo del presidente.
Cualquier agente del Servicio Secreto asignado para conducir este vehículo tiene que tomar un curso de manejo defensivo en una pista especial en la Academia del Servicio Secreto en Beltsville, Maryland. Para el entrenamiento adicional, la agencia utiliza automóviles como el Charger, Camaro y Mustang.