Por si no la conocías, Hennessey es una marca norteamericana que desde hace algunos años viene compitiendo por la atención de los medios especializados de todo el mundo, lanzando versiones fuertemente modificadas de diversos modelos, siendo el Venom (que parte de la base de un Lotus Elise) su máxima figura, con la que ha logrado en su momento destronar en velocidad al mismísimo Bugatti Veyron.
Fiel a lo que parece ser el ideal automotriz estadounidense, (potencia descomunal a través de un inmenso V8) Hennessey ha presentado los primeros bosquejos de lo que será su próximo lanzamiento, el Venom F5. Si pasás mucho tiempo con la computadora quizás pienses que esta denominación se debe a que es una actualización del Venom; pero no, el nombre F5 lo toma del máximo grado que puede llegar a tener un tornado en la escala Fujita, como adelantándole al futuro piloto de que va a correr más rápido que el viento mas extremo.
El Hennessey Venom F5 promete al menos 470 Km/h de velocidad máxima y 1,400 hp gracias a un V8 de 7.0 L equipado con dos enormes turbos funcionando al límite de la resistencia física, un peso por debajo de los 1,300 Kg. y neumáticos mágicos. Sí, leíste bien, lo único posible es que calce cuatro neumáticos posibles solo en un mundo fantástico, ya que hoy en día no existe un compuesto que resista esa velocidad en el asfalto, sin mencionar que todo ese caballaje se transmite sólo al eje trasero, así que eres un afortunado comprador, te deseamos mucha suerte al momento de acelerarlo.
Los planes de Hennessey incluyen lanzar una serie limitada de este modelo a un precio que seguramente será superior a los USD 1.2 millones que cuesta el actual Venom GT. El primer prototipo estará listo para el año que viene (del que seguramente tendremos noticias, esperemos que podamos informarte de un récord y no de una tragedia) para luego lanzar la primera tanda de vehículos a comienzos de 2016.
El Hennessey Venom F5 podrá ser ingobernable, copiar los faros al Corvette, el escape al Lexus LFA, la parte trasera al McLaren P1, el medallón de un LaFerrari, poseer un motor bestial y neumáticos con un rendimiento imaginario, pero sin dudas cumple cabalmente con su objetivo: ser noticia.
