Un millonario hombre de negocios de origen chino agregó a su vasta colección de autos un peculiar Nissan GT-R y ordenó plasmar en su interior el poder del Dragón, en el que casualmente el 2012 es el año del Dragón según el horóscopo chino.
Con esos elementos en mente el millonario buscó al tuner búlgaro localizado en la Cd. de Sofía llamado Vilner para que desarrollara su capricho, Vinler ejecutó este proyecto sin igual. El cliente deseaba un auto personalizado, que se distinga de todos los GT-R del mercado, así que expuso su extravagante idea y su confianza en Vilner para lograr un estilo interior muy sui generis.
El proyecto se aprobó al instante, el presupuesto no fue revelado y después de una rápida llamada telefónica de Sofía a algún enigmático lugar en China se inició el trabajo.
El dragón que deseaba el hombre que firmó el abultado cheque para Vilner fue bordado desde el techo y por todo el cuerpo interior del auto, abrazando los asientos y la consola central, todo realzado con el uso de Alcántara, combinando los relieves logrados en cuero, simulando la piel escamada del dragón.
Cada detalle del cuerpo del dragón fue dibujado a mano por el diseñador, haciendo sentir la experiencia de que el GT-R es un dragón real.
Vilner se mantuvo –además- fiel a su estilo, usando el color negro como base, combinados con alcántara, cuero y fibra de carbón. Las líneas rojas realzan la forma de los asientos y corresponden con el dragón bordado en el techo y las decoraciones en rojo también de la consola y tablero también hacen alusión al reptil.
El volante y la palanca fueron fabricadas en fibra de carbón y para rematar, algunos detalles “menores” fueron pintados en rojo brillante.
La electrónica del GT-R sufrió algunas modificaciones, así como también el sistema de escape, la potencia se incrementó de 440 hp a 530 hp.
¡Ahora las calles de China podrán sentir el poder de un dragón japonés!