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Prueba de Manejo

Mazda CX-5 2013 primer contacto en Los Ángeles

El nuevo crossover compacto de Mazda ofrece mucha más eficiencia sin perder el Zoom-Zoom

Mazda CX-5 2013 primer contacto en Los Ángeles

Los Ángeles, California. La firma japonesa Mazda se encuentra en un momento crucial para su futuro, ahora que ha dejado de ser parte de la familia Ford, con la consecuente ventaja en términos de costos de desarrollo para motores y plataformas que tenía, el reto de mantenerse vigente es tremendo. La realidad es esta, aunque la marca del Zoom – Zoom quisiera, no está en condiciones de apostar por el desarrollo de nuevas tecnologías y plataformas de forma indiscriminada como sí lo pueden hacer General Motors, Toyota o Grupo Volkswagen.

Pero lo anterior no quiere decir de ninguna manera que Mazda se resigne a dejar de innovar y revolucionar la industria, hay que recordar que este fabricante de Hiroshima le ha enseñado al mundo en más de una ocasión que su manera diferente de hacer las cosas le ha dejado buenos dividendos e incluso ha callado a más de uno, para muestra basta decir que aunque toda la industria abandonó el desarrollo del motor rotativo, Mazda no solo lo mantuvo, sino que en 1991 fue a las 24 Horas de Le Mans a destrozar a todos sus competidores de manera tal que los organizadores prefirieron prohibir los autos con ese tipo de mecánica.

Otro ejemplo relevante es la manera en que Mazda le enseñó al mundo que era viable desde el punto de vista del negocio fabricar un roadster accesible a todos los consumidores, de buena calidad,  de atractivo diseño y gran experiencia de manejo, el Miata o MX-5 como se le conoce en su última generación es el roadster más vendido de la historia y todo un icono de la industria de la automoción.

Pero regresemos al nuevo CX-5, que es el producto que nos interesa en este momento. Pocas veces se puede ver en la industria automotriz actual un caso como el de este nuevo crossover compacto, resulta que Mazda introduce evidentemente un nuevo vehículo, pero también presenta una plataforma completamente nueva, una nueva familia de motores, nueva transmisión automática y nuevo lenguaje de diseño denominado Kodo. Debido a lo anterior, este producto es importantísimo para Mazda, tanto así que esperan que se convierta en su segundo motor más importante de ventas solo después del Mazda3.

Mazda ha elegido el nombre SKYACTIV para su nueva generación de: motores, transmisiones y bastidor, que engloban según ellos buena dinámica de conducción, protección al medio ambiente y seguridad.

El motor denominado SKYACTIV-G es un 2.0 litros de inyección directa que entrega 155 hp y 150 lb-pie de torque a 4,000 vueltas, con un elevadísimo nivel de compresión de 13:1 con lo cual Mazda ha conseguido excelentes niveles de rendimiento de combustible (15% de mejora en relación con el 2.0 litros utilizado en el Mazda3) al tiempo que cumple perfectamente con las más estrictas normas de emisiones (15% menos emisiones de CO2).

Dicha mecánica se acopla a dos transmisiones de seis velocidades, una manual que es muy similar a la empleada en el MX-5, con recorridos precisos y bajos niveles de fricción, así como una automática totalmente nueva que es bastante más ligera y compacta, que gracias al nuevo convertidor de torque y componentes de menor fricción efectúa los cambios bastante más rápido y mejora la economía de combustible entre el 4 y el 7%.

Por último, el bastidor ha sido diseñado para ser ligero y resistente con algunas soluciones muy inteligentes que no demandan mayores costos, pero si incrementan la rigidez estructural de manera notable. Un ejemplo son los elementos de 12 ángulos en lugar de 4. Si lo anterior suena muy complicado basta decir que algunos postes de la estructura tienen forma de cruz, lo que significa 12 ángulos, que automáticamente representan una estructura mucho más rígida que un cuadrado que es la forma utilizada tradicionalmente. Asimismo, se hace un uso masivo de acero de alta resistencia. Al final dependiendo de la versión, el CX-5 puede ser entre 130 kg hasta 261 kg más ligero que un CX-7, aunque en dimensiones la diferencia es relativamente pequeña.

Tras el Volante

Para conocer un poco el nuevo Mazda CX-5 2013 efectuamos un recorrido que combinaba algo de caminos en ciudad, carreteras de alta velocidad (en EU 75 millas por hora es rápido) y unas carreteras secundarias en la periferia de Los Ángeles llenas de curvas y bastante más entretenidas que los soporíferos Freeways.

La dirección es de asistencia eléctrica y al igual que sucede con el Mazda2, la retroalimentación, endurecimiento progresivo y vivas reacciones hacen de la manipulación del volante todo un deleite, nuevamente la marca demuestra que este tipo de direcciones no necesariamente se tienen que sentir anestesiadas y desconectadas de las ruedas. La respuesta del motor es buena aunque habrá que ver el comportamiento con la altitud de México, la relación de la transmisión permite aceleraciones alegres y buenas recuperaciones que resulta muy útil al incorporarse en vías rápidas o efectuar rebases.

Ciertamente los cambios de la transmisión automática son casi imperceptibles y cuando la controlamos en modo manual permite un poco más de diversión al mantener en la zona alta del tacómetro un poco más los cambios. Como buen Mazda, el comportamiento dinámico en general es bastante bueno y no estamos hablando de aceleración, sino en agarre, retroalimentación y dirección, respetando el espíritu característico de los autos del fabricante.

Otro punto a destacar que se filtraba al interior más ruido del viento del que hubiéramos querido, aunque los ingenieros de Mazda nos comentaron que es un tema que no estará presente en los vehículos cuando llegue el momento de comercialización en el primer semestre del año que viene, ya que estas unidades que tuvimos oportunidad de probar eran de preproducción (ya les platicaremos cuando la probemos a fondo).