Como muchos sabemos no es fácil satisfacer los caprichos de una estrella de rock y John Lennon no era la excepción. Es el caso de este lujoso coche que fue fabricado por Rolls-Royce Motor Cars Limited, en Crewe, ciudad en el sur del condado de Chesire, Inglaterra, y entregado a John el 3 de Junio de 1965.
Entre las extravagancias, el famoso Beatle pidió que le instalaran una televisión, un radioteléfono, un estéreo, un refrigerador portátil y que el asiento trasero se conviertiera en una cama matrimonial. Como si lo anterior fuera poco, Lennon mando a repintar su auto dos años más tarde, originalmente color negro mate. El encargado fue JP Fallon Limited (empresa de carrocerías) y el costo fue de tan solo £ 2,000, aproximadamente 4,200 dólares.
Su diseño excéntrico se basó en una idea del artista gitano Marijke Koger, la cual le trajo varias críticas por modificar la pintura de un coche que es considerado un símbolo de la elegancia británica.
Cuando la pareja Ono-Lennon se mudó a Nueva York, el coche viajó con ellos, donde estuvo en manos de otros grandes artistas como los Rolling Stones y Bob Dylan, cedido por el mismo John. Más tarde la pareja entregó el coche al Cooper-Hewitt Museum de Nueva York a cambio de un crédito fiscal de 225,000 dólares.
En Junio de 1985 el museo decidió subastarlo por un precio de 2,299,000 dólares y fue adquirido por el canadiense Jim Pattison, presidente de la empresa Ripley´s International Inc., con el propósito de exhibirlo en su museo. Actualmente el Rolls-Royce se encuentra en el Museo Royal British Columbia en Victoria, Canadá, y solo se exhibe ocasionalmente para recaudar fondos.
¿Se habrán inspirado Lennon y McCartney en ese Rolls-Royce cuando cantaban “Baby you can drive…”?
El Rolls-Royce de John Lennon