Luego de la caída de los principales mercados mundiales, las automotrices han posado su mirada en países en crecimiento, como Brasil a la cabeza del Mercosur, la colosal China, Europa del Este, India y Rusia. Renault es una de las precursoras y aquí analizamos su desarrollo en la cabeza de la ex Unión Soviética, donde afirma que los resultados ya son visibles.
Una de las claves para que Rusia pase a ser el 4° mercado en importancia para Renault ha sido un ritmo de lanzamientos de producto sostenido, inversiones y la alianza con AVTOVAZ. Si bien la apuesta se realiza en el Segmento B (compacto), la marca busca crear una extensa gama de vehículos populares.
La avanzada comenzó en 2005 con el lanzamiento del Logan, primer vehículo fabricado por Renault Rusia, que fue seguido por el Sandero, su variante Stepway, y los medianos Fluence y Mégane, lanzados en 2010.
En cuanto a producción, de aquí a fin de 2011 se fabricarán en la planta de Moscú cinco modelos diferentes, Logan, Sandero, Fluence, Mégane y el SUV Duster, fundamental en un mercado en el que uno de cada cuatro vehículos vendidos es un 4x4.
Un punto fuerte de la Alianza es poder asociar sus capacidades entre los tres socios, Renault, Nissan y AVTOVAZ, contando con tres centros en Rusia y una capacidad total de producción actual de 1,1 millones de unidades al año. El objetivo es llegar a 1,6 millones en 2016. Además, aprovechando la plataforma B0, podrá producir 5 modelos de 3 marcas (Renault, Nissan y Dacia), en la misma línea.