En enero de 1966 la cadena de televisión 20th Century Fox preparaba el lanzamiento de la serie televisiva “Batman”, donde el héroe enmascarado y su fiel compañero Robin, encarnados por Adam West y Burt Ward, luchaban contra el crimen de Ciudad Gótica a bordo del fantástico Batimóvil, el auto con la tecnología necesaria para que el caballero de la noche cumpliera con su labor.
El heroico automóvil marcaría la infancia de muchos niños que soñaban con combatir al mal en tan espectacular auto.
¿De dónde viene el Batimovil?
Todo comienza cuando Bob Kane el creador de Batman, le encargó al conocido fabricante de autos de películas, George Barris que construyera un auto para el súper héroe de la miniserie televisiva llamada simplemente Batman.
El auto especial para Batman debía estar listo en menos de un mes, específicamente 21 días, para empezar la grabación del programa piloto de la serie que era producida por la cadena ABC.
Una labor prácticamente imposible si se partía de cero, a Barris se le ocurrió llamar a sus contactos en la industria automotriz de Detroit y consiguió que le vendieran a muy buen precio un viejo auto concepto de los años cincuenta que había sido usado en varias presentaciones y que poco a poco había perdido el interés del público.
El auto concepto fue uno de los Lincoln Futura carrozados en Itala por Carrozzeria Guia en Turin en 1955 y que evidentemente nunca llegó a producción.
El Lincoln Futura fue modificado por Barris y su equipo, dándole esa apariencia misteriosam los cromos muy socorridos en la época fueron eliminados por completo del auto y en su lugar se coloco una franja de color rojo brillante que contrastaba con lo negor del auto y enmarcaba las espectaculares líneas del medio de transporte del súper héroe.
Ni los carroceros italianos que crearon del diseño para Linclon, ni la persona que vendió el Futura Concept en una bicoca, ni Bob Kane, bueno ni el mismo George Barris se imaginaron que al dotar al Batman de un vehículo extraño, estarían también creando el auto más famoso del mundo.
El auto original de la serie fue adquirido nuevamente por su creado para formar parte de su extensa colección y se exhibe en el museo Pettersen de Los Angeles California y esta valuado en más de 1 millón de Dólares.
La Revista 4 Ruedas tuvo la oportunidad de conocer a Tomás Ibarra un mexicano de 44 años egresado de la Facultad de Química de la UNAM, que tras 10 años de planeación y trabajo cumplió su sueño: crear la réplica más fiel de aquel Batimóvil de la televisión que haya existido.
UN HÉROE SIN CAPA
“Siempre ha sido mi auto favorito, cuando era niño tenía un auto de juguete réplica del Batimóvil con el que me iba a dormir todas las noches y ese gusto poco a poco se fue convirtiendo en un proyecto serio… tener mi propio Batimóvil.
Mucha gente me miraba en son burlón y me daba por mi lado cuando platicaba que mi plan era construir un Batimóvil, pero creo que demostramos quecon o sin recursos se pueden lograr las cosas, sólo basta tener pasión por lo que haces y mucha paciencia”, nos comenta Tomás, quien junto a un equipo de cuatro amigos especializados en campos como hojalatería, pintura e instalaciones eléctricas automotrices, trabajó durante siete años en la construcción del que hasta ahora es el auto de fantasía más popular del mundo.
TRABAJO TITÁNICO
Un accidentado Ford Grand Marquis de 1999 fue el elegido para sufrir una transformación que incluía alargar el chasis 12 pulgadas, alargar el tren motriz, líneas de tuberías para freno y tanque de gasolina. También el volante y pedales tuvieron que cambiar de posición. En resumen, prácticamente todos y cada uno de los componentes del Batimóvil tuvieron que ser fabricados por Tomás y su equipo. Sólo el motor, caja de velocidades, tanque de gasolina y frenos, se mantienen originales de aquel Grand Marquis.
Las líneas de la carrocería son perfectas, no se distingue ningún defecto en los trazos que recorren por completo los costados del auto que terminan en las inconfundibles ‘alas de murciélago’, ni en el parabrisas y medallón en forma de burbuja que tuvieron que ser termo formados varias veces para lograr su perfección.
Los bordes de la carrocería y la fascia están pintados en tono rosa ‘hotter than pink’ mientras que el resto presenta el negro ‘black jet’, como se especificaba en la ficha técnica del auto de 1966.
A diferencia de muchas réplicas fabricadas en EU, este Batimóvil mexicano porta los mismos rines que usaba el auto conducido por Adam West, con llantas para camioneta que le daban mayor presencia y musculatura en pantalla.
¡FUNCIONA!
La torreta, así como todos los dispositivos del interior, como el bati-radar, monitores de reversa, brújula, monitores de video y bati-teléfono, son funcionales, incluso la bati-turbina ubicada en la parte trasera, la cual puede ser activada vía control remoto o por un interruptor en el tablero de instrumentos para lanzar una flama de hasta un metro de longitud que sin duda asustaría a cualquier maleante.
Tampoco podían faltar los dos paracaídas para dragster que detenían al bólido en plena carrera cuando Batman lo necesitaba.
En la cajuela encontramos la espectacular bati-computadora, que en realidad se trata de un complejo sistema de sonido con 5 mil watts de potencia con tres subwoofers y tres amplificadores para que el bati-twist se escuche a varias cuadras de distancia sin distorsión alguna.
Esta joya del ingenio y la mecánica mexicana mide 5 metros y 8 centímetros de largo mientras que su anchura es de dos metros con 40 centímetros.
Este artículo es cortesía de la Revista 4Ruedas (Editorial Notmusa Mexico)
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