El fabricante japonés Toyota, que había tenido un recibimiento en México inmejorable se enfrentó el año pasado a un escenario adverso producto de una variedad de circunstancias como: los llamados a revisión, la paridad cambiaria con el Yen y el poco acceso al crédito en nuestra industria, que en conjunto propiciaron un retroceso del 10%.
Ningún fabricante está exento de los problemas que propician los multicitados recalls o llamados a revisión, sin embargo Toyota es una marca que erigió toda su estrategia y argumento de ventas basándose en la confiabilidad de sus productos. Los vehículos de esta firma no tenían intención de ser los más atractivos desde el punto de vista de diseño, o de ser aquellos con mejor comportamiento y desempeño dinámico, pero si buscaron siempre ser los de mejor calidad, por lo que el escándalo por los aceleradores pegajosos tuvo un efecto bastante negativo.
Cabe señalar que por lo que hace a los llamados a revisión en nuestro país, Toyota de México atendió al 80% del parque vehicular potencialmente afectado que asciende a 30 mil unidades.
Con todo lo anterior, Toyota concluyó en 2010 como líder mundial en ventas y en el caso de México, aún cuando sí presentó un retroceso importante, lo cierto es que el buen desempeño del Corolla que se convirtió en su producto más vendido con 8,349 unidades, aunado al exitoso lanzamiento de la nueva minivan Sienna, sin restar importancia a productos como Yaris o RAV4, permitieron al fabricante recuperar terreno, ya que en los primeros meses del año pasado la caída superaba los 20 puntos porcentuales, misma que terminó siendo como ya comentábamos de un 10%.
2010 también fue un año significativo para Toyota de México debido al lanzamiento de su icónico vehículo híbrido, el Prius del que se tenía una expectativa de ventas de 350 unidades que serían colocadas de julio a diciembre del ejercicio anterior. En la práctica la recepción del mercado fue bastante más fría para el auto ecológico ya que solo pudieron colocar 170 unidades, la firma atribuye el resultado a la falta de incentivos gubernamentales, pero lo cierto es que a con un precio de $428,300 pesos al momento de su lanzamiento, quedó posicionado en terrenos de las alemanas de lujo como Audi, BMW y Mercedes – Benz.
Para 2011 el escenario luce bastante más prometedor, tan solo en el pasado mes de enero, Toyota creció 18% con respecto del mismo mes del año pasado y esperan colocar un total de 53 mil unidades en todo este año para alcanzar así una participación del 6%. Asimismo, la firma tiene confianza en que el mediano y corto plazo también serán favorables ya que en palabras de Adolfo Hegewisch, Presidente de Toyota de México, a partir de 2012 será cuando la firma empiece a abrir concesionarias nuevamente.
Sobre la introducción de nuevos productos para nuestro mercado destaca el hecho de que los modelos que se basarán en plataforma del Prius como el Prius V o el Prius C, este último todavía en fase conceptual están autorizados para México y llegarán paulatinamente, asimismo Hegewisch confirmó que tener un SUV por debajo del RAV4 sigue siendo prioridad – considerando la cancelación del lanzamiento del Rush hace un par de años -.
Sobre la llegada de Lexus o Scion, marcas que forman parte del conglomerado nipón, aseguró que no los traerán mientras la paridad con el Yen no sea más favorable, pero el equipo directivo aseguró que hay posibilidades de traer prácticamente cualquier producto no importando en donde se fabrique, siempre y cuando los tipos de cambio lo permitan.