Mucho se ha escrito sobre el reciente lanzamiento del conglomerado del óvalo azul, mucho se especuló sobre la fabricación en América de este vehículo de diseño netamente europeo inspirado en el concepto Verve y que proviene de la pluma de Stefan Lamm.
El Fiesta 2011, es ya una realidad y lo manejamos en Autocosmos.com para ti, si bien de entrada el precio de $239,900.00 pudiera ser una limitante, lo que ofrece en cuanto a equipo a bordo y estilo, es para pensarse. Analicemos parte por parte.
El Sistema SYNCTM
Esta es la carta más fuerte del Fiesta, es el único de su segmento que ofrece este nivel de conectividad con el usuario, ya que además de establecer los protocolos de comunicación conocidos como son el Bluetooth para telefonía también lo hace por las vías alámbricas para dispositivos de reproducción de música en formato MP3 como lo son el USB, iPod o el miniplug para auxiliares.
¿Cómo funciona?
Es complejo de entender, pero una vez aprendidos los comandos y sus secuencias, el equipo SYNCTM es muy amigable, ya que el sistema detecta los teléfonos acoplados anteriormente y el usuario se olvida de usarlo. Gracias a un sistema de comandos por voz, puede recibir y hacer llamadas con el simple hecho de decirlo en voz alta. Por ejemplo, el conductor pulsa un botón y dice claramente “OFICINA”, el sistema lo interpreta y realiza la llamada sin que haya ningún tipo de distracción en el camino. También tiene la facultad de recibir los mensajes de texto y virtualmente “leerlos” en voz alta al conductor, posteriormente éste puede elegir una serie de respuestas concretas preprogramadas, que recibirá el remitente.
¿Con el iPod?
El sistema SYNCTM es un desarrollo entre Ford y Microsoft, y aunque la compañía Apple creadora del famoso dispositivo de reproducción es “enemiga” del emporio de Gates, trabajaron en conjunto para que el Fiesta y los demás Fords que usan este sistema puedan establecer una comunicación también verbal con el iPod. El usuario, mediante unos comandos de voz puede ordenar su canción favorita, con solo decirlo. Una vez superado el proceso de adaptación, resulta hasta divertido usarlo. El punto criticable, es que el Fiesta no ofrece un lugar en donde guardar el iPod, como lo hace Mercedes-Benz, por ejemplo. Como la conexión USB está en el centro de la consola central, el dispositivo siempre estará a la vista, y si el conductor lo olvida, podría ser victima de los amantes de lo ajeno, que además de que le robaría el costoso adminículo, el usuario tendría que gastar también en la ventana que el ladrón rompa.
Para más información visita: Ford.com.mx
Los Interiores
Un punto destacable de este producto es la calidad empleada por el fabricante cuidando al máximo los materiales. Al tacto se aprecia Premium –el precio lo es también. Los enrases en todos los componentes son muy a la “alemana” y las tapicerías de esta versión son con una armónica combinación de textil resistente para el centro de los asientos y piel en los costados que armonizan con el resto del interior y que además pueden ser iluminados en la noche por una luz ambiental con cinco tonalidades diferentes que van desde el rojo, naranja, azul, amarillo y blanco.
El diseño exterior
La carrocería tiene un diseño agresivo y angulado que a muchos gustará, otros dirán que las líneas son similares a las del español, Ibiza, pero lo cierto es que el Fiesta tiene un diseño que no deja a alguien sin opinar.
Lo primero que destaca es la zona acristalada lateral en forma trapezoidal y las ópticas delanteras y traseras de gran tamaño con una marcada línea de inclinación ascendente de la parte delantera hacia atrás. Las puertas son de buen tamaño y permiten un buen acceso al interior, con la excepción que las puertas delanteras tienen una protuberancia en el porta mapas interior que puede ser dañina si la persona que desciende del auto no abre completamente la puerta.
El remate del buen diseño exterior lo dan unos rines de aleación de aluminio de 16pulgadas que calzan al Fiesta unas llantas P.195/50 R16, que además de hacerlo lucir deportivo, le brindan un buen agarre.
El Manejo
La posición de conducción es extraña al principio pero una vez corregido el ángulo de inclinación y profundidad del volante más los ajustes del asiento, se puede obtener una posición prácticamente perfecta. Aquí es donde salen a relucir los grandes espejos retrovisores exteriores, que cuentan con unos insertos convexos que brindan una mejor visión de los carriles laterales ¿la razón de ellos? Simple, ayudar al conductor en maniobras de cambio de carril o estacionamiento, ya que el grosor de los postes B y C de la carrocería hace que la visibilidad sea bastante pobre hacia la parte trasera y lateral del Fiesta.
La combinación peso potencia del pequeño subcompacto prometía, ya que el motor de cuatro cilindros de 1.6litros, que entrega los nada despreciables 120bhp a 6,500rpm se aprecia alegre. Si aunamos a estos datos el torque entregado de 112lb-pie a 5,000rpm con un peso de 1,087Kg, pensaríamos que el Fiesta puede ser rápido y divertido.
Durante el arranque no es así, se aprecia lento en la primera parte del tacómetro pero una vez superadas las 3,500 vueltas el Fiesta se pone divertido. Gracias a la suspensión delantera independiente, la respuesta del volante es certera y pese a tener dirección asistida eléctricamente, no transmite una sensación artificial y comunica lo que pasa en el piso. ¡Esto me hace pensar en lo divertido que será el Fiesta RS si es que deciden fabricarlo y venderlo en México!