La Fórmula 1 nunca dejará de ser noticia, ya sea a nivel competitivo o por los chismes y dramas que giran en torno a ella. El capítulo que comienza a vivirse el día de hoy tiene como estrellas a Renault, Lotus y a Tony Fernandes, los cuales tendrán la posibilidad de poner 4 monoplazas Lotus en la parrilla 2011 del campeonato.
Suena extraño pero es cierto, la historia comienza con la compra de Lotus Cars por parte del grupo malayo Proton, el cual se le “olvidó” el detalle de adquirir los derechos comerciales del nombre Team Lotus, el cual estaba en manos de David Hunt (expiloto de la F1). Posteriormente dicha denominación fue a parar al equipo de la Fórmula 3 Litespeed, quienes tenían la esperanza de entrar al gran circo este 2010 y no lo lograron.
Cuando sus sueños fueron truncados, Tony Fernandes dueño de Air Asia (también de Malasia) adquirió los derechos de Team Lotus y solicitó permiso y apoyo a Proton para correr con dicha marca, Proton le dio libertades limitadas ya que no era el equipo oficial de la marca sino un proyecto independiente, pero con el derecho de correr con el nombre.
Todo hasta aquí estaría bien, pero ahora, el propio Grupo Proton busca hacer renacer el mítico nombre de Lotus en el ámbito de las competencias, aunque sabe que el equipo creado por Fernandes, se encuentra muy por debajo de sus expectativas. Por ello se creó la nueva alianza entre Lotus Cars y Renault F1 que pasara a llamarse Lotus Renault GP, los cuales compartirán sus avances tecnológicos en pista y en los autos de serie.
Lo anterior es un alivio para Renault que buscaba ya salirse del gran circo como fabricante, mientras que por otra parte brindará toda su experiencia a “los nuevos” de Lotus.
Con todo este drama el año que viene, bien podríamos tener dos equipos con el nombre Lotus a cuestas, cuatro monoplazas que se diferenciarían por el dinero, y claro por la visión de Tony Fernandes y el oportunismo de Proton.
Adiós Renault F1, hola Proton Lotus, bienvenido como siempre Team Lotus Fernandes. La apriencia del monoplaza sería parecida al auto negro patrocinado por la cigarrera británica John Player Special, hoy un patrocionioo imposible, pues las leyes antitabaco son muy duras al respecto.