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Prueba de Manejo

Audi A1 2011, primer contacto desde Berlín

Tuvimos oportunidad de probar el auto que Audi espera se convierta en el verdugo del exitoso Mini<br />

Audi A1 2011, primer contacto desde Berlín

La firma teutona Audi, en el marco de la bella ciudad de Berlín, Alemania nos ha permitido probar su nuevo exponente en el segmento de los subcompactos, el pequeño A1 que llegará a competir principalmente contra el Mini de BMW que tiene la gran ventaja de contar con una gran historia, que se remonta a los años del Mini original.

A sabiendas de lo anterior, Audi estaba consciente de que si tenía la intención de competir contra el emblemático Mini, tendría que desarrollar un producto atractivo, sofisticado, lleno de tecnología y con las mejores tecnologías disponibles. El nuevo A1 2011 es todo eso; se trata de un vehículo de diseño agresivo y lleno de carácter en donde destaca la fuerte línea de hombro y el marco que se forma desde el poste A y que culmina en el C de forma muy tendida y parecida a la de un coupé, la ya tradicional y enorme parrilla, en conjunto con los faros y calaveras con LEDs coronan la robusta apariencia del auto y lo delatan como todo un Audi. Asimismo, el A1 emplea las últimas tecnologías tanto a nivel mecánico, como de confort, comunicaciones y por supuesto entretenimiento.

Aunque hay disponibles  dos motorizaciones Diesel de 1.6 litros,  así como dos de gasolina de 1.2 y 1.4 TFSI, es solo el último de las nombradas la que llegará a México, con una potencia de 122hp. Se trata del propulsor Turbo Super Charger que fue nombrado recientemente como el mejor motor de 2010 y que destaca por su brillante entrega de torque, sin descuidar el consumo y las emisiones contaminantes. Dicha mecánica se acopla a una transmisión manual de seis relaciones o una S-Tronic de clutch dual de siete.
 

Otro punto que contribuye para ofrecer un buen manejo es el reducido peso del A1, que apenas supera la tonelada, concretamente 1,040 kilogramos. Aunque el A1 no es un vehículo tan deportivo y comunicativo como el Mini, ofrece una mezcla más balanceada entre manejo deportivo y comodidad para el uso diario, este Audi es sin duda un mejor compañero para los trayectos citadinos que su competidor frontal, en virtud de la posición de manejo más elevada, menor rigidez de suspensión y mejor aislamiento acústico, al tiempo que ofrece un desempeño dinámico bastante bueno.

En el interior, los materiales empleados son de excelente nivel, la atención al detalle es notable y se puede ver en el tacto de las perillas de los difusores de aire, las del aire acondicionado o la del MMI, que dicho sea de paso se trata de la última generación que gracias a la pantalla retráctil de 6.5 pulgadas permite controlar todas las funciones como el sistema de navegación con vista en 3D y posibilidad de visualizar las vistas de Google Earth, así como las del sistema de audio Bose con 14 bocinas y amplificador que cuenta con interfases para iPod, USB, y tarjetas SD, además de un disco duro de 20gb y Bluetooth. Por si fuera poco, todo lo anterior se puede controlar a través de comandos de voz.

Otro tema importante que requiere atención en un vehículo que aspira a competir en el segmento del Mini es la personalización, en el caso del A1 habrá varios tipos de rines para elegir, mientras que los espejos latera les y el citado arco que se genera entre poste A y C podrán tener un terminado o color diferente, con la intención de contrastar con el resto de la carrocería. En el interior, los difusores de aire, asientos y parte del panel de las puertas también podrá tener un color distinto y más llamativo, agregando así un toque más juvenil en el interior también.

El A1 2011 es un producto de suma importancia para el fabricante, ya que buscará acercar a la firma a un segmento de mercado más joven y exigente, en el caso de México, el más pequeño de los Audi empezará a comercializarse en noviembre próximo, con 4 versiones que empezarán en los 19,000 dólares y hasta 27,000 para el S1 que evidentemente ofrecerá mayor potencia a partir del mismo 1.4 TFSI.
 

Rubén Hoyo, enviado recomienda