Desgraciadamente ya no es raro que las calles de las principales ciudades se llenen de agua. Esto ocasiona que varios autos se queden varados y también se inunden.
Cuando esto le sucede a un vehículo, significa que algunos de sus componentes e inclusive el mismo metal con el que están fabricados, no estará en optimas condiciones y puede que presente problemas más adelante, aunque ya hayan sido reparados.
Por eso te decimos qué es lo que tienes que buscar y dónde antes de comprar un auto para detectar si estuvo alguna vez en una inundación y no tengas problemas en un futuro.
-Inspecciona los tapetes y debajo de ellos pues pueden estar húmedos o con lodo.
-Los tornillos que sujetan los asientos. Pueden estar desgastados o nuevos al ser reemplazados. Esto se hace para secar la alfombra y no se puede hacer con los asientos puestos. Revisa que no haya indicios de haberlos quitado.
-Faros y calaveras. Generalmente se llenan de agua al igual que el interior del auto pero es más difícil que se elimine por completo, dejando humedad visible. Es difícil que los reemplacen debido al alto costo que representan.
-Lugares difíciles de acceder. Espacios como los de entre los paneles, cajuela y debajo del cofre son difíciles de limpiar. Busca por lodo o inclusive moho que se haya podido formar por agua estancada.
-Busca indicios de escurrimiento debajo de las puertas u óxido donde se pudo haber quedado estancada el agua.
-Los tornillos sin pintar del interior pueden servir para saber si estuvieron o no en contacto con agua. Otra vez el óxido será quienes los delaten.
Si observas alguna de estas características en un auto que estas a punto de comprar, mejor revisa con el vendedor el por qué las presenta y si es necesario, mejor llévalo con tu mecánico de confianza para analizar si es posible o no una reparación. Generalmente un auto inundado pierde mucho su valor y puede ser atractivo, pero es mejor comprar uno que no haya estado en esta situación y que probablemente presentará menos problemas innecesarios en un futuro.
