La mayoría de la gente tiene una mala impresión o experiencia sobre el programa de verificación vehicular debido a una serie de actividades inadecuadas para recibir este servicio por parte de nuestras autoridades, las más comunes son dar una “mordida” para que pase su auto, llevar el auto a talleres que están “en acuerdo” con verificentros para que pase en la primera vez, muchos dueños de autos nuevos pasan por la mala experiencia de que su auto no pasó la verificación, falta de regularización para vehículos diesel e híbridos, además de mencionar el mal manejo de las calcomanías 0, 00, 1 y 2.
La Asociación Mexicana Automotriz, ha recomendado que un automóvil con carburador debe afinarse cada 6 meses, 6,000 kilómetros o lo que ocurra primero.
En la actualidad, existen vehículos con tecnología que permite una operación continua durante 50,000 kilómetros sin necesidad de una afinación, mientras que encontramos tecnologías intermedias de motores de inyección y sistemas electrónicos que regulan la combustión permitiendo una operación continua cada 15 mil kilómetros.
El objetivo de la verificación vehicular es reducir al máximo las emisiones contaminantes de los vehículos en circulación. Un automóvil con carburador en mal estado mecánico puede emitir más del doble de contaminación y en muchas ocasiones sus emisiones son visibles.
De acuerdo a una investigación realizada por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), las emisiones de escape de un automóvil de tecnología de punta aumentan en 400% si el convertidor catalítico está dañado o su vida útil ha concluido. ¡Quien pensaría que un vehículo moderno podría contaminar más que uno que tiene varios años de vida!
La verificación vehicular es una actividad de control de la contaminación atmosférica que se realiza en diversas partes del mundo, principalmente en las ciudades con un gran número de vehículos o altos índices de contaminación atmosférica. Diversos países europeos, los Estados Unidos, Canadá, Japón y países asiáticos de la cuenca del Pacífico aplican procedimientos de verificación vehicular similares a los que se utilizan en nuestro país.
El programa de verificación vehicular se estableció en 1991 con el objetivo de prevenir y controlar las emisiones contaminantes provenientes de los vehículos en circulación a fin de mejorar la calidad del aire del área metropolitana.
El procedimiento de verificación consiste en tres etapas:
1. Inspección visual a los dispositivos y sistemas para el control de la contaminación instalados en los vehículos: sistema de escape, tapón del tanque de combustible, tapón del depósito de aceite, bayoneta del nivel de aceite, ventilación positiva del cárter, filtro de carbón activado, filtro de aire y tensión de bandas.
2. Revisión visual de humo mediante una prueba estática en marcha. El humo azul indica presencia de aceite en el sistema de combustión y la emisión de humo negro indica exceso de combustible no quemado. Por lo tanto, la presencia de humo, indica altos niveles de emisión de hidrocarburos entre otros contaminantes.
3. La medición de las emisiones contaminantes de hidrocarburos y monóxido de carbono, se realiza mediante una prueba en marcha crucero y una prueba en marcha lenta en vacío.
Como apoyo al Programa de Verificación Vehicular se realizan las siguientes acciones:
- Operativos de control vehicular.
- Supervisión y vigilancia periódica de los centros de verificación vehicular; se inspeccionan las condiciones de operación, procedimientos de verificación y buen manejo de papelería y calcomanías oficiales.
- Inspección y acreditación de talleres mecánicos; evaluar y acreditar la calidad técnica y homologar el equipo de los talleres de servicio mecánico.
- Evaluación periódica del programa de acuerdo a estadísticas.