A estas alturas, las virtudes y deficiencias del Toyota Yaris Sedán son del dominio público, se trata de un auto que ahorra mucho combustible, que ofrece la experiencia de tener un auto de la marca a precios relativamente accesibles y que también es uno de los autos más ecológicos que se pueden comprar en México. Asimismo podemos decir, la variante sedán es al ser prácticamente una copia en pequeño del mediano Camry, de diseño demasiado serio para el segmento al que aspira conquistar.
Dicho lo anterior, tengo que decir. La convivencia con el Yaris sedán en el día a día, con trayectos en carretera, embotellamientos, encharcamientos, lluvias torrenciales y demás, ha provocado que mi impresión del auto cambiara radicalmente. Ha mostrado ser una agradable sorpresa.
Características Técnicas y Mecánicas
El Toyota Yaris recurre a un planteamiento mecánico sumamente eficiente y ecológico, un pequeño motor de 4 cilindros y 1.5 litros es el encargado de movilizarlo. Pero el hecho de ser un motor pequeño, o estar montado en el modelo más accesible no significa en absoluto que falte tecnología. Apertura variable de válvulas VVT-i y doble árbol de levas le permiten entregar una potencia de 106hp y 103 libras de torque, más que suficiente, pero lo verdaderamente relevante son las excelentes cifras de consumo y emisiones que consigue este pequeño propulsor.
Dicha planta motriz se acopla, en el caso de nuestra unidad de pruebas a una transmisión automática de 4 velocidades. Por su parte, la dirección es de asistencia eléctrica y las suspensiones como en la mayoría de los autos de este segmento es McPherson adelante y de viga de torsión en el eje posterior.
Un punto muy benéfico para el Yaris es su reducido peso, de solo 1,055 kg, y es que cabe recordar que uno de los mayores enemigos de la eficiencia en los autos modernos son los kilos de más.
Confort y Manejo
Un punto a favor del Yaris sedán es la comodidad que brinda a los ocupantes, si bien es cierto, ofrece un nivel de equipamiento suficiente y detalles como: cristales y espejos eléctricos, aire acondicionado, sistema de audio con capacidad para reproducir discos compactos y entrada auxiliar que dicho sea de paso está ubicada en una posición un tanto incómoda si es necesario cambiar la canción que reproduce el dispositivo MP3, son suficientes para brindar trayectos placenteros.
Lo anterior es en general todo el equipamiento de confort que ofrece el Yaris Sedán, por lo que no se trata de los gadgets y juguetes que el auto pudiera incorporar. Son; el ajuste de la suspensión y facilidad para moverse en el pesado tránsito urbano, los atributos que hacen de este auto una excelente opción de compra. La suspensión, con buena altura con respecto del pavimento permite al auto sortear cualquier tope, vado y demás obstáculo típico de una urbe tercermudista, asimismo al tener un ajuste suave, las imperfecciones, aunque si son transmitidas al habitáculo, no penalizan a la espalda baja.
Sin embargo, el diseño de la cabina muestra varios puntos desfavorables ya que la forma no siguió a la función y Toyota trató de entregar un interior futurista y estilizado, que resulta en ciertos problemas de ergonomía. Al tener instrumentos y demás controles en el centro, los espacios para guardar objetos son pequeños e inaccesibles. Aunque se tiene todavía mejor visibilidad (unas por otras).
Por otra parte, al ser tan ligero de dirección, el Yaris Sedán se deja llevar con muy poco esfuerzo, situación que juega un poco en contra a velocidades elevadas (nada de preocupar), pero que resulta ideal a las velocidades promedio que nos trasladamos en ciudad. Por su parte, la posición de manejo es elevada, por lo que la visibilidad también es muy buena y con unas dimensiones reducidas, no hay lugar por donde este pequeño japonés no pueda escurrirse con facilidad. El pequeño propulsor de cuatro cilindros hace un gran trabajo, demuestra que no se necesita una mecánica enorme para entregar un desempeño más que decoroso.
Es un hecho que el Yaris Sedán es un auto que se desempeña mejor como vehículo de uso urbano, aunque durante este tiempo que lo hemos tenido a prueba, hemos salido a carretera en varias ocasiones, donde pudimos comprobar la buena respuesta en la parte media y alta del tacómetro, entregando buena respuesta en pendientes y velocidades promedio superiores a los 140 km/h.
Durante este periodo de prueba tratamos de utilizar al Toyota Yaris Sedán en la mayoría de los casos de uso que podrían presentársele a un potencial comprador de este auto, la realidad es que ha demostrado ser cómodo, rendidor y muy adecuado para las necesidades de manejo en ciudad. Una agradabilísima sorpresa.
Precio: $192,400 pesos
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