La cultura del ahorro de combustible cada vez se va expandiendo a lo largo del globo terráqueo. La conservación de nuestro planeta es tema que nos preocupa a todos, por lo que cada día es más común convivir con temas que hablen sobre combustibles alternos, tips para ahorrar combustible y nuevas tecnologías de motores, entre otros.
Hemos estado hablando sobre las nuevas tecnologías vehiculares, en esta ocasión profundizaremos más en el tema de los neumáticos ecológicos o de baja resistencia.
Si todos los vehículos estuvieran equipados con este tipo de neumáticos, en Europa podrían ahorrarse anualmente cerca de 6,000 millones de litros de combustible y 15 millones de toneladas de emisiones de CO2 aproximadamente, ¡impresionante no!
Los materiales de alta tecnología permiten ampliar el triángulo mágico de la tecnología de neumáticos y combinar una baja resistencia de rodadura con una buena adherencia en mojado (que supone un menor recorrido de frenada) y una vida útil prolongada.
Otro triángulo que juega un papel muy importante es el de la seguridad activa que está integrado por los amortiguadores, los frenos y los neumáticos.
Los neumáticos ecológicos tienen como objetivo ser más eficientes y gastar menos energía, mientras que la seguridad activa no se degrade.
¿Cómo se reducen las emisiones con un neumático?
Un viaje en carretera representa el 18% de las emisiones mundiales de CO2 producidas por el hombre. Cerca del 20% de un depósito de combustible es absorbido por los neumáticos (el 4.3% de las emisiones globales de CO2 son debidas a ellos).
Para reducir el consumo de combustible de un vehículo, debemos mantener una presión correcta de los neumáticos, reducir el peso del auto y reducir la resistencia a la rodadura. Ganando además aumentar la vida útil de nuestras llantas.
Por otra parte, para que unos neumáticos sean adherentes deben estar calientes. El punto que se busca es conseguir que el calor de la superficie de rodadura no pase a la estructura del neumático, esto reduce la deformación del mismo (y por tanto el calor disipado) y mantiene el calor necesario para que se agarren bien a la carretera.