El pasado sábado 22 de agosto se llevó a cabo una caravana de la marca MINI, en torno a los festejos de los 50 años de la marca, toda una vida es la historia del auto que nació como un utilitario de bajo costo, que se convirtió en el “Vocho” de los ingleses al tener gran versatilidad para adaptarlo a distintas situaciones de trabajo o recreo, desde una pick up hasta un auto de rally.
El diseño y enfoque del MINI es un auto creado de adentro hacia afuera, para la total comodidad del conductor. A finales del año 2000 se dio por terminada la producción del MINI para que al año siguiente BMW anunciara una nueva versión del auto que se alejó de la idea de bajo costo pero gano un nuevo mercado ávido de un auto divertido y con un estilo único que atrae a todo tipo de personas.
Las caravanas de MINI se llevan a cabo en distintas localidades de nuestra República y en esta ocasión tocó turno a la Ciudad de León donde se dieron cita alrededor de 60 autos entre autos modernos, tuneados, personalizados y un club de antiguos. El colorido grupo se reunió en las instalaciones de Euromotors de la localidad donde se dieron los pormenores del recorrido hacia el siempre calmado poblado de San Miguel de Allende.
Uno a uno los autos tomaron salida rumbo a Silao, para entroncar a la carretera Federal hacia San Miguel de Allende donde pasamos por muchos poblados donde ver una gran cantidad de estos autos causó admiración y sonrisas. Carreteras sinuosas que son el hábitat natural de los Minis fueron disfrutadas por los participantes en un ambiente familiar y sin acelerador de sobra.
Autos de mediados de los 60´s, configuraciones antiguas de competencia y una extraña pick up engalanaron las carreteras, mientras que las nuevas generaciones mostraban los caballos del MINI S, o se daban gusto despeinándose con los convertibles. Alrededor del medio día llegamos al centro de San Miguel de Allende donde para sorpresa de propios y extraños se abrió la plaza central para que los autos se colocaran ahí una buena parte del día.
El kiosco central se convirtió en un museo donde se podía observar la evolución del auto, personas de todas edades e incluso “el caballero de la fina estampa” se dio cita para admirar un clásico pensando en cambiar a su fiel corcel “rocinante”.
Las congregaciones de autos de una misma clase siempre serán llamativas pero los MINI roban una sonrisa al verlos y se convierten en un objeto de deseo un juguete grande con el que quisieran jugar niños de todas edades.
La siguiente caravana correrá de Puebla a Acapulco con el apoyo de la marca y los concesionarios. La invitación esta abierta a todos los dueños de la marca en toda la República.
Para saber más: www.mini.com.mx
Comentarios: ricardo@autocosmos.com
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