Sin lugar a dudas el simple hecho de crear un auto como el Panamera ya es en sí una ofensa para los seguidores de la marca y no importa la carga tecnológica con la que cuente y las potencias que maneje los diferentes motores de la gama, al igual que en la gama Cayenne estos autos no son los deportivos pura sangre que Ferdinand Porsche y su hijo Ferdinand Anton (Ferry) ideó hace décadas.
Pero como siempre en la variedad está el gusto y llega esta berlina-coupé de aires señoriales que por supuesto no podía pasar desapercibida por lo “tuneros”. Por ello Gemballa famosa ya por sus conversiones extremas y en ocasiones fuera de lugar ha dotado al Panamera de una apariencia deportiva o de competencia sin tocar al motor.
El auto denominado Mistrale con alusión a los vientos del sur de Francia cuenta con nuevas fascias que montan entradas de aire que flanquean los espacios de los faros para niebla. La parte baja cuenta con una protección de fibra de carbono que hace la ilusión óptica de verse “achaparrado”.
En la parte posterior parece ser que a Gemballa tampoco le parece mucho la apariencia del “gran auto” y el cambio consiste en darle apariencia a la gama de autos deportivos de Porsche, esto lo logran colocando los escapes gemelos a media altura justo arriba del difusor en fibra de carbono mientras en la versión normal se encuentran por debajo de la defensa.
Como se puede observar en las imágenes las llantas fueron modificadas, agregando nuevos rines de 22 pulgadas en color negro que combina con la parte del techo en el mismo color.
La parte mecánica no fue tocada de momento, pero esto es solo temporal ya que posteriormente se exprimirá hasta el tope el motor del Panamera.