El campeonato del mundo de rally (WRC, por sus siglas en inglés) ha visitado la Ciudad de León, Guanajuato desde el 2003, pero los cambios de reglamentación de la competencia marcaron que se correría de manera alternada en determinados países a partir de este 2009, con esta implementación México se quedaba sin fecha mundialista.
Este movimiento no fue del todo malo para la organización ya que para el 2010 se planea una gran fiesta en conjunto a los festejos del Bicentenario de la Independencia Mexicana, en Guanajuato uno de los lugares más emblemáticos de nuestra historia.
Pero el fervor de la competencia no se podía perder por un año y la organización del Rally México se dio a la tarea de idear este Rally de las Naciones, una especie de Olimpiadas del rallismo o el concepto que maneja la A1 GP. Para dicha carrera se conformarían equipos de dos autos que sumarían puntos dependiendo de sus resultados por cada día.
Las 13 naciones que se reunieron en el Poliforum de la Ciudad de León, se enfrentarían a los mismos tramos utilizados por el WRC, que cada año se mejoran para dar mayor velocidad a los autos. Se contó con la etapa Súper Especial, celebrada en el autódromo de León que al igual que en ediciones pasadas ponía a los pilotos en un duelo parejo en el sinuoso trazo.
En esta ocasión se celebró una nueva etapa en la calle que divide al Poliforum con el Parque Explora, un pequeño tramo cronometrado en pavimento que causó asombro a los asistentes al ver como los pilotos internacionales dominaban sus autos entrando “cruzados” en las esquinas, además de verlos volar con los desniveles propios de una vialidad.
La fiesta comenzó como siempre en Guanajuato, siendo presentados uno a uno los autos en la Alhóndiga de Granaditas, en el ya típico evento de luces y color que contagia a todos los pilotos no importando su nacionalidad. Esta celebración tuvo un invitado sorpresa, Petter Solberg, piloto con muchos seguidores en nuestro país gracias a su carisma se hizo presente y posteriormente dio exhibición de manejo en la Súper Especial.
El viernes marcó el inicio de los tramos cronometrados, mostrando a los españoles y austriacos como los más rápidos, pero Ricardo Triviño y su experiencia en el WRC le dieron dividendos al contar con buenos tiempos en las etapas. Al llegar a la Súper Especial, las primeras vueltas mostraron pilotos cautos pero conforme pasaba el tiempo los autos podían volar cada vez más como el equipo norteamericano que hizo gala de su gusto por los deportes extremos, en cada elevación.
La etapa callejera se convirtió en una exhibición de manejo de derrapes en cada esquina ante el grito del público emocionado al ver a los equipos que representaban a las 13 naciones del mundo.
El segundo día pasó factura a muchos autos que tuvieron que abandonar o pasar de algunos tramos. Los caminos son rápidos y por lo mismo exigen mucha concentración sin contar que cualquier error los pondría en dirección de alguna piedra o salida del camino. Cabe destacar que todos los autos contaban con llantas Pirelli PZero de rally, que fueron alabadas por los pilotos al ser resistentes para el duro terreno mexicano.
El domingo se llevó a cabo el tramo de Comanjilla, mejor conocido como “el Salto” y la última Súper Especial, donde los pilotos internacionales se lucieron ante el público haciendo volar cada unidad para llegar al servicio final donde se anunciaría que el triunfo por pilotos era del austriaco Manfred Stohl e Ilka Minor, quienes habían corrido anteriormente en el Rally México.
Pero victoria más importante era la que representaba al equipo de dos autos y al país, siendo España representada en el auto 1 por Dani Solá / Oscar Sanchez y el auto 2 de Xavier Pons / Alex Haro, los cuales se mantuvieron constantes los tres días sumando la mayor cantidad de puntos para su causa.
El acostumbrado podio de vencedores repitió en el Parque Explora un entorno verde que dio vida a otra fiesta de color, gritos y risas. Un podio copado por España, Austria y Francia fue recibido con la calidez de los mexicanos. Los ganadores se comprometieron en su mayoría a regresar el siguiente año.
Un rally especial que disfrutaron los pilotos internacionales y los de buen nivel de México como Ricardo Triviño y Rodrigo Ordóñez, mientras que el resto en un gran porcentaje demostraron que no contaban con el nivel requerido para una justa de este tipo.
Esto último se notó en los espectadores de los poblados por donde pasaban los autos, que con el tiempo de vida que lleva el Rally México se han hecho conocedores, asombrándose con el manejo de los punteros pero abucheando a otros que no afrontaban las curvas con valentía ni espectacularidad.
Sólo nos queda esperar menos de un año para el regreso del WRC, pero no sería malo que existiera otra fecha con el concepto de naciones que compitan entre sí, con más equipos internacionales y una mayor representación mexicana de calidad.
Comentarios: ricardo@autocosmos.com
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