Los turbulentos tiempos de la industria automotriz no cesan de sorprendernos. Hace unos meses hablábamos del poderío económico de Porsche y de la compra un tanto hostil que querían hacer de Volkswagen. Porsche se rehusó a fusionar las empresas y en vez de ello buscó comprar VW en su mayoría. Meses después y tras conocerse que las pláticas estaban empantanadas, la noticia que circula hoy a ocho columnas es que Porsche podría irse a la quiebra.
La historia es simple, la revista local Der Spiegel reportó que Porsche se fue a quiebra por tres días en el mes de marzo y que ahora enfrenta una situación más complicada. La empresa alemana recibió de Volkswagen 978 millones de dólares para poder salir airosa de esta situación pero necesita de otros 3.5 mil millones de dólares para mantenerse en el negocio.
Porsche está tratando de obtener más préstamos del gobierno para hacerse de la totalidad de Volkswagen pero siendo una empresa de menos de 100 mil coches al año, ha acumulado una deuda que oscila en los 12.6 mil millones de dólares y que es superior a la que hoy tiene Chrysler.
Aun se desconoce el futuro de la empresa pero tal pareciera que su ambición por controlar por completo Volkswagen la está poniendo en una complicada situación que habrá de resolverse en los próximos meses.
