Chrysler ha sido la empresa más golpeada por la crisis entre las tres grandes de Estados Unidos, por lo que en pasados días anunció su quiebra programada para reestructurarse. Ante esto Fiat entró a escena, dando su tecnología de motores de bajos consumos mientras que recibe parte del accionario de la americana.
Por otra parte Fiat podrá fabricar en las plantas de Chrysler sus modelos, por lo que llegarán al país del norte el Fiat 500, Grande Punto, Alfa Mi.To, y el sucesor del 147 denominado Alfa Milano, además de nuevas plataformas para el Panda en base al Jeep.
Con esto el mercado mexicano podría beneficiarse al bajar los costos de los autos Fiat y podrían utilizarse las plantas de Toluca para el ensamble de las italianas.
Por su parte Chrysler podrá utilizar la nueva plataforma de Fiat denominada C-EVO para sedanes medianos, además de la gama de motores diesel y gasolina de 1.4 litros.
Esto significaría para el mercado un una baja de precios en los productos, el aprovechar de mejor manera las plantas en América, posiblemente la diversificación en Toluca donde se ensambla la Journey, así como la mejora en los productos de Chrysler que han sido duramente castigados por sus materiales y prestaciones.
Por lo que si este matrimonio va por buen camino la marca del pentágono y Grupo Fiat serán muy representativos en el panorama mundial en menos de 5 años.