En el país del norte las empresas que al momento se encuentran con mayores problemas son Ford y general Motors con una caída de alrededor de 40% de ventas lo cual iguala los niveles malos de ventas de hace 27 años, cuestión preocupante para su mercado interno y de paso al nuestro.
En números duros Ford tuvo una pérdida del 41.6 %, mientras que GM tuvo 49% de disminución. Mientras que Honda, Nissan y Toyota que también perdieron mercado acumularon una recesión de 31.7%. Ninguna armadora se salva de la situación pero en el caso de las empresas líderes se nota más al facturar de mayor manera.
Las armadoras japonesas como Toyota y Nissan ya han prospectado pérdidas millonarias en el mercado mundial al cierre de su último trimestre (marzo), la primera anunció la estimación total de su año con 3.800 millones de euros de pérdidas, mientras que Nissan sólo en su último trimestre perdió 550 millones de euros.
Regresando al mercado estadounidense VW y Chrysler reportaron pérdidas del 11.7 y 35.5 % respectivamente. Un punto a destacar es que la marca japonesa Subaru fue la única que anunció un incremente de ventas del 8%.
La problemática principal en el presente son las flotas de autos detenidas en los patios de los distribuidores y de las propias fábricas que tienen detenido el producto lo cual hace que se detengan las producciones y se cancelen autos no viables. Mientras que modelos más eficientes han logrado mejoría de ventas como lo es el Mini Eléctrico que tuvo que detener su distribución no por falta de demanda sino por no poder satisfacer los pedidos en los Estados de Los Angeles, Nueva York y Nueva Jersey, lo cual marca las nuevas tendencias de mercado.
A GM ya le urge comenzar a comercializar el Volt/Ampera ya que será el primer auto de serie respaldado por una armadora y con un precio relativamente accesible para el público, existen en el presente mini autos eléctricos o deportivos como el Tesla pero ambos se encuentran a los extremos de las necesidades cotidianas.