Mala suerte o error de la organización le causaron a Carlos Sainz que el triunfo se le escapara del Rally Dakar que en esta ocasión se celebró en América. La armadora alemana participó con dos unidades siendo la de Sainz la que dominó enteramente el rally desde el principio ya que la primera aventura diesel de Mitsubishi les hizo pagar muy caro su inicio abandonando por fallas mecánicas.
Sainz abandonó al caer su unidad a una zanja y aun cuando su unidad todavía podía continuar su copiloto sufrió lesiones que les obligaron a retirarse. Luego de esto los segundos lugares hasta el momento heredaron la primera posición también en una Race Touareg al mando de Giniel de Villiers y Dirk Von Zitzewitz.
Dicha unidad estaba equipada por un motor diesel 2.5 litros con 5 cilindros en línea generando 280 hp, y un torque de 600 Nm que en estas condiciones de manejo es lo que más se necesita.
Por fin le VW le quitó la hegemonía a los japoneses de los diamantes pero esto depara una siguiente edición muy cerrada con Volkswagen y Mitsubishi siendo los protagonistas centrales.