La empresa británica propiedad de Adrian Reynard sufrió muchos problemas financieros en 2002 cuando se suponía que no había crisis, por lo que su legado parecía haberse perdido. Adrian anunció que no dejaría de luchar por regresar al mercado y ahora en plena problemática global lanza su nuevo vehículo de competencia.
El Inverter estará destinado a las carreras con costos contenidos. En Europa existen muchas categorías regionales con "baratos" que cuentan con más tecnología que nuestros "Nascar México", y que están enfocados al espectáculo en circuitos siendo en algunas ocasiones potenciados por motores V8.
El trabajo de diseño con el que cuenta no sólo es llamativo sino funcional, ya que el trabajo de efecto suelo (downforce) se aplica en cada parte del auto. Podría bien catalogarse como un "mini Le Mans" creado en fibra de vidrio lo que también reduce considerablemente los costos.
La carrocería está montada sobre un tubular desarrollado por Reynard que deja ver su barra antivuelco, este auto bien podría ser una combinación de un Caterham, o un KTM X-BOW, pero con una carrocería destinada a brindar un mejor desempeño aerodinámico.
El interior es totalmente austero, con todos los elementos que se necesitan en la carrera (temperatura, presión, RPM´s, y demás mediciones) concentrados en un pequeño indicador justo detrás del volante. Con esto nos damos cuenta que dentro de lo caro que puede ser correr ya sea profesional o amateur, el Inverter es accesible.
Si se preguntaban por la mecánica del mismo el chasis de competencia podrá ser tocado sólo en la suspensión, altura y reglajes de los cambios tratando de que todos los autos sean iguales. Mientras que la motorización correrá a cargo de Suzuki y Honda, pero con motores 1000 cc, 1200cc de las motos Hayabusa o Fireblade respectivamente.
Estos motores de motos siempre aguantan más revoluciones por lo que su preparación el Inverter suena interesante aunado a su bajo peso. Reynard no ha lanzado una ficha técnica definitiva pero esteremos al pendiente. Y sin duda nos encantaría ver estos autos "baratos" de competencia en nuestras pistas, y renovar así nuestras reliquias o coches que ya ni se producen como lo es el Dodge Neon.
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