No es nuevo para nadie que el mercado Chino es de los más grandes del mundo y que sus tasas de crecimiento fueron inmensas en los últimos años, pero para 2008 la proyección era alcanzar los 10 millones de unidades producidas, cosa que no sucedió y no solo eso, sino que noviembre por ejemplo mostró un desplome en las ventas del 14.6%.
Por lo anterior, los fabricantes de aquel país han solicitado al gobierno ayuda para que se generen mecanismos que fomenten la compra de autos nuevos. La propuesta consiste en otorgar alguna especie de incentivo a aquellos consumidores que se deshagan de su vehículo viejo, pero no de una forma habitual que solo propiciaría un mercado de autos usados más grande y con unidades muy viejas, sino que en su lugar se está pidiendo que los autos viejos sean destruidos.
Hasta el momento es solo una propuesta que también comprende algunos otros puntos como bajar los impuestos y hacer más accesibles los créditos. Parece que en casi todo el mundo entienden que el gobierno debe apoyar con las medidas necesarias para que la Industria Automotriz no se detenga, lástima que en México no es el caso.
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