
La inversión millonaria del nuevo circuito de Valencia y la visión de ser una pista que combinaba Monza y Mónaco (según ellos) tendría un espectáculo asegurado, pero las cosas no fueron así ya que la carrera fue una línea de rebases inexistentes, sólo el de Nakajima sobre Barrichello en la última curva.
La carrera no permitió rebases y aun cuando era muy ancha la línea ideal era solo una y era inamovible. El cambio que definió la carrera fue en la arrancada donde Raikkonen perdió un lugar pero Massa se fue para adelante y comenzó a acrecentar su ventaja mientras el finlandés se encontraba atrapado por detrás de Heidfeld.
Con lo imposible que fue rebasar lo cual ya marcaba un problema, los espectadores españoles terminaron de desilusionarse con el abandono de Fernando Alonso luego que en el arranque fue impactado en la parte trasera por Nakajima rompiéndole el alerón y sistema de sujeción del mismo, el piloto japonés pudo continuar pero el Renault no pudo más, antes de cumplir la primera vuelta.
Massa tenía el mejor ritmo mientras que Hamilton contaba con el segundo mejor auto de la carrera, luego de la primera parada se definieron las posiciones finales con Robert Kubica en un engañoso tercer lugar, "engañoso" por el simple hecho de que no había nadie más que pudiera hacer sombra ya que se encontraban muy lejos y el piloto polaco se encontraba solo en medio de todos.