16 de agosto de 2008. La firma alemana Volkswagen está regresando al automovilismo deportivo en los Estados Unidos luego de una prolongada sequía, un esfuerzo que por sí solo merece atención, pero este es un caso especial, se trata de un Serial denominado Jetta TDI Cup, en el que compiten vehículos que nosotros conocemos como Bora con motorización diesel y con algunas mejoras con respecto de un modelo de producción que prácticamente se reducen a tomar prestado el sistema de frenos del Audi R8, así como los engranes de la caja del Golf R32, adicional al equipamiento necesario de un auto de competencias. Por tal motivo viajamos a Conneticut, EU en el circuito de Lime Rock Park para presenciar la cuarta fecha de esta interesante copa.
Los vehículos emplean un motor de cuatro cilindros, 2.0 litros con 170hp y 258 libras de torque que se acopla a la transmisión DSG (De clutch dual) de seis velocidades con paletas de cambio ubicadas en la columna de dirección, el auto de competencias comparte un 70% de los componentes con un Bora TDI que se puede comprar en la calle, lo que habla bien de la motorización y transmisión. Al emplear diesel de bajo contenido de azufre estos vehículos no solo contaminan mucho menos que casi cualquier otro auto de competencias, sino que también presentan niveles de consumo casi tres veces mejores que un vehículo de gasolina que haría casi los mismos tiempos en el circuito de Lime Rock. Luego de perder asientos y demás elementos no necesarios, este Bora de competencias detiene la báscula en los 1,290 kg, por lo que logra una buena relación peso potencia, sobre todo si tomamos en cuenta la cifra de par que es muy elevada en este pequeño y rendidor motor.
Pero la TDI Cup no se limita solo a ser un serial verdaderamente competitivo que además es responsable con el medio ambiente, se trata de una escuela que busca desarrollar el talento de jóvenes pilotos, por lo que nadie que ya cuente con licencia FIA puede competir en este serial y la edad permitida es entre los 16 y los 26 años, dichos talentos en desarrollo fueron elegidos de entre cientos de aspirantes y en el grupo se encuentra el mexicano Juan Pablo Sierra, un poblano que viene de la Fórmula Vee. Para garantizar un ambiente completamente equitativo y justo, VW tiene control total de los 30 vehículos, en todo caso el piloto solo puede modificar la presión de los neumáticos y los mecánicos de VW son los que revisan todos los autos, que dicho sea de paso también son asignados aleatoriamente a los pilotos. El asiento además incluye el equipamiento necesario como un nomex de 3 capas homologado por FIA, zapatos y entrenamientos útiles que van desde recomendaciones efectuadas por pilotos profesionales, o capacitación para enfrentar a los medios de comunicación.
La mecánica de competencia contempla una calificación de media hora, un día antes de la carrera que también dura media hora. Al ser autos idénticos, la calificación es de suma importancia y cuando se le preguntó a la gente de VW sobre la poca duración de las competencias solo dijeron: "Si en media hora hay contactos, imagina si duraran más". El ganador del campeonato recibirá 100,000 dólares en efectivo, pero en caso de obtener un contrato profesional aspira a otro bono de 150,000 dólares.
Previo a la competencia tuvimos oportunidad de subir a uno de los autos para experimentar unas hot laps en el circuito, hay que decir que la forma de acelerar es sorprendente las llantas patinan muy fácil, se nota también la gran diferencia al engranar los cambios, hace unos años nadie hubiera creído que estaba perfecto cambiar en las 4,500 vueltas en las carreras, el balance y grip del auto también es fenomenal, muy neutral y predecible, pero sin duda lo más impresionante es la frenada, en cada curva se sentía que el piloto estaba llegando muy pasado, pero la impresionante capacidad de disminución de velocidad lo hace posible, los frenos del R8 con ABS son verdaderamente efectivos, al igual que la motorización diesel o la transmisión DSG. Si lo de los ABS no hace sentido cuando se habla de un vehículo de competencias sorprenderá también saber que estos autos mantienen también la bolsa de aire, lo anterior debido a que Volkswagen insiste en que la TDI Cup promueve no solo un vehículo limpio, divertido o rendidor, sino que también es seguro.
La queja de varios aficionados en el circuito no fue la falta de emoción, rebases, contactos o despistes, sino que aún cuando los autos tienen el escape abierto (mantienen el filtro de partículas), hacen tan poco ruido que muchos asistentes no se enteraron a tiempo que la carrera ya había iniciado.
La fecha llevada a cabo este fin de semana en Conneticut corresponde a la cuarta de siete, el ganador fue Chris Castagna, seguido de Mark Pombo, el mexicano hizo una remontada de diez posiciones ya que arrancó en lugar 22 y finalizó en el 12. Atlanta será el último circuito donde corran los Boras TDI este año coronando una temporada muy exitosa que se puede ver en el cada vez mayor número de patrocinios, aunque para el siguiente se esperan más fechas, incluso se maneja la posibilidad de verlos compitiendo en México.
Así Volkswagen demuestra que los autos con tecnología diesel no solo son amigables con el medio ambiente, sino también muy rápidos y competitivos. Los organizadores de la TDI Cup reportan que se empieza a generar una percepción positiva de los vehículos diesel en EU, mercado donde tienen muy mala fama, adicionalmente a lo anterior el gobierno de los Estados Unidos ha informado que otorgará un bono de impuestos de 1,000 dólares al que compre el Bora Clean Diesel 2.0 debido a su excelente consumo de combustible y bajo nivel de emisiones. Ojalá y en México tengamos pronto un diesel de menos azufre para que podamos tener el Bora con este motor, de los beneficios fiscales mejor ni hablamos.
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