Se estima que para el año 2013 las motorizaciones que cuenten con la ayuda de un turbo crecerán un 38 por ciento. Este tipo de motores como sabemos nos da un mejor desempeño en motores más pequeños por lo que la tendencia de la industria es desaparecer los grandes bloques V8 para usar los de 4 y 6 respectivamente.
Ford es una de las empresas que se encuentra en el desarrollo de dicha tecnología para sus autos, caso concreto es el EcoBoost que cuenta con el turbocompresor que conocemos combinado con la inyección directa.
El funcionamiento de los turbos en pocas palabras es el aprovechamiento de los gases de residuos del escape para conducir la turbina - la energía que de otro modo habría sido perdido. El resultado es un aumento de par motor y un mejor rendimiento, sin aumentar el desplazamiento del motor.
El desarrollo de los turbos ya no tiene nada que ver con los de hace unos 20 años ya que la por ejemplo en el EcoBoost ya no cuenta con el "turbo lag" que es el periodo de tiempo en lo que entra dicha potencia además de que la inyección es gradual, dejando atrás la conocida "patada", brindándonos un manejo más confortable.
Un ejemplo en el presente de dicha tecnología es el Lincoln con un doble turbocompresor de 3,5 litros V-6. Este motor va a entregar más de 340 lb.-ft. de torsión a través de una amplia gama de motores - 2000 a 5000 rpm - 270 frente a 310 lb.-ft. de torsión convencional para una aspiración natural de 4,6 litros V-8 en el mismo rango de velocidades.