Realmente nunca he sido muy fanático de los autos "de musculo" norteamericano pero este Camaro del ´69 es realmente atractivo ya que hace una excelente combinación con las líneas poderosas del pasado con adecuaciones del presente así como una mecánica de miedo.
La parte exterior ha sido respetada de su modelo original pero la carrocería ha sido reconstruida además de contar con un color negro mate que suaviza las líneas además de darle un toque muy sobrio. Las calcomanías con las que cuenta a los costados nos recuerdan las pinturas de los modelos de antaño y aunque discretas le dan un buen toque y rompen con el color negro.
La parte frontal es realmente agresiva y su nuevo juego de luces es simple pero evoca a los modelos conceptuales del presente. Por supuesto la parrilla vertical es enorme y sigue siendo uno de los mejores representantes de este tipo de autos. Por el contrario la parte trasera se mantiene igual al modelo de normal aunque destacan sus escapes que se ven algo perdidos entre la carrocería.
La altura total se vio rebajada ligeramente por las adecuaciones del toldo de tela y aun que está basado en un auto moderno su altura con respecto al piso hace que su manejo siga siendo similar al de una lancha. Llaman la atención sus llantas anchas dispuestas a dejar una gran marca sobre el pavimento.
Mecánicamente si existen grandes cambios y este Camaro está basado en el chasis del Z06 Corvette de la generación C5. El motor 350 con el que contaba fue sustituido por uno de nueva generación de acero forjado de una espelúznate cilindrada de 9.3 litros con su motor V8 que genera 650hp, cifras realmente impactantes para un auto de estas características.
Al interior continúa con su línea "minimalista" ya que encontramos tapicería en piel mate, el tablero apenas trae el tacómetro pero la modernidad le ha tocado con un equipo de sonido por si no es suficiente el ruido del motor. Sin duda una gran preparación que rinde tributo a estos ya casi extintos autos norteamericanos.
