Nuevamente Peugeot gana una prueba de Le Mans siendo esta vez el circuito de Spa-Francorchamps donde se completaron los 1000 kilómetros de competencia pactada. Los franceses están en un plan arrasador ya que esta fue la tercera carrera consecutiva donde obtienen el triunfo.
Marc Gené, Nicolas Minassian y Jaques Villeneuve fueron la tripleta ganadora, además el podio pudio haber tenido a los dos autos 908 pero el equipo conformado por Sarrazin, Wurz y Lamy tuvo un choque con un auto de la clase GT (un Spyker) cuando Wurz se encontraba al mando quedando el auto quedo destrozado.
En la segunda posición llegó el Audi R10 de Premat y Rockenfeller con una diferencia de 30 segundos por lo que el duelo entre los diesel (bueno en esta ocasión Audi usó como combustible gas liquido) es muy fuerte. Para poner en comparación la tecnología y las ventajas de estos combustibles basta ver los datos que arrojó la carrera.
Ya sean diesel o GTL (gas a líquido) la diferencia entre ellos fue mínima, en un circuito de 7 kilómetros mientras que el mejor de los prototipos propulsado por gasolina llegó en tercer lugar general (también de la categoría LMP1) pero con tres vueltas de diferencia. La vuelta más rápida fue del 908 de los ganadores. Con estos datos nos damos cuenta de las ventajas del desarrollo en competencia que posteriormente se ven reflejados en los autos de calle.
La siguiente fecha a celebrarse el mes de junio es nada más y nada menos que "LA CARRERA", las 24 Horas de Le Mans que es la prueba de fuego de Peugeot que hace un año se quedó en el camino, mientras que Audi tiene que defender su triunfos en el gigantesco circuito de La Sarthe.
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