Sin lugar a dudas las nuevas tecnologías de combustibles son toda una maravilla aunque en nuestro país los vehículos automotores continúan siendo movidos por la gasolina. Existen vehículos propulsados por diesel pero en su mayoría están enfocados al mercado del transporte, exceptuando algunos autos VW y Audi (al final los dos del mismo grupo) alrededor de 4 modelos para un mercado tan grande como el de México no es realmente significativo.
Hace apenas unos días se anunció que la ciudad de Monterrey, Nuevo León, utilizará biogás para mover el metro de dicha ciudad, el combustible se generará a partir la basura generada en la entidad. Esto habla del nivel tecnológico que existe en nuestro país ¿pero, porque no es implementado de manera más activa en la sociedad?
Los problemas pueden ser más grandes que la solución que están brindando, por así decirlo se generan efectos colaterales. El principal y más peligroso que podemos encontrar en puerta es el desabastecimiento de comestibles, la situación del campo no es de lo más alentador para los que viven de ellos ya que los precios a los que venden su siembras son bajos en comparación a como los encontramos en las tiendas.
Con ello sus ingresos se reducen, pero al utilizar sus tierras de cultivos para la producción de insumos para la creación de etanol, sus ingresos aumentan. Esto genera mayor costo en los productos básicos, como azúcar, maíz, arroz y en general de los granos. En el presente la región de Centroamérica se encuentra en una problemática de alimentos, pero poco a poco dejará de ser local convirtiéndose en una verdadera crisis mundial.
La gasolina sube cada día y los gobiernos comienzan a especular con los precios y las ventas del "oro negro"; México ha anunciado que este año su venta de barriles de crudo al país del norte serán menores en comparación del año pasado y eso es un problema para el país que más consume combustible fósil.
Nos podemos preguntar el ¿por qué no ingresan más autos de capacidades "limpias" (motores diesel) a nuestro país?, y por supuesto el saber ¿por qué los trámites para circular todos los días siguen siendo un tedio inmenso?, una de las respuestas es el hecho de que las ventas de gasolina bajarían debido a que los motores a diesel son más eficientes y harían menos periódicas las visitas a la gasolineras por parte de los usuarios. Esto no sería conveniente para los comerciantes de dicho combustible aun cuando estén afectando su propia casa.
La segunda respuesta es más profunda y va directamente a la industria automotriz de autos particulares, ya que las principales armadoras asentadas en nuestro país (excepto Nissan, que fabrica, pero no comercializa en nuestro país el Tiida diesel), no cuentan con modelos con motor a diesel. Mientras que los importadores que tienen mercado en Europa cuentan con motores de dicha tecnología o incluso híbridos para el mercado Estadounidense pero no para México. ¿Se trata de proteger a las armadoras con plantas en nuestro país a costa de la salud de los habitantes?, ¿cómo debemos actuar para exigir más tecnología que por volumen baje los costos?, y por supuesto dejar de comprar basura contaminante con los autos importados del norte.
Armadoras y empresas nos dan una esperanza con vehículos alternos. Eléctricos con pilas más eficientes, hidrógeno, y por supuesto solares aunque este último sigue siendo casi utópico. En las noticias internacionales encontré dos cosas que llamaron mucho mi atención como los es el proyecto francés de autos propulsados por pedales y baterías eléctricas que se recargan con el pedaleo, ¿será que en los demás países no se puede tener esta iniciativa?, ¿hasta cuando se podrá ver realmente tecnología verde aplicada en nuestra vida diaria?
La segunda nota que aunque curiosa y graciosa, nos da un parámetro de cómo se encuentra la situación mundial. El diario Financial Times de la zona de Asia-Pacifico e India informa que el alto precio de los combustibles ha orillado a los agricultores a dejar sus tractores y optar por camellos (...) haciendo que el valor de dichos animales se dispare en aquellas lejanas tierras. Imaginen llegar a sus lugares de trabajo u oficinas en caballo o carreta por el simple hecho de ya no tener para la "gas".
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