Se trata de un elenco de once vehículos especiales en los que Audi Tradition no se limitó a seleccionar exclusivamente modelos de la propia historia de la marca.
Así, dos de las indudables atracciones de la muestra son los autos utilizados por los principales protagonistas de la Guerra Fría: el súper blindado ZIL 111 G en el que viajó Nikita Khrushchev y un Lincoln Continental en el que se desplazó John F. Kennedy.
La muestra abarca un periodo entre la antigüedad y el momento actual. Desde la invención de la rueda, reyes y príncipes, presidentes y otras poderosas personas han utilizado medios de transporte como estos, desde carruajes a automóviles, no sólo para desplazarse, sino también como forma de impresionar a la gente.
Estos vehículos fueron seleccionados para enfatizar e, incluso, exagerar la posición social de sus propietarios, así como para causar un gran respeto, cercano a la veneración.
El más antiguo de los autos exhibidos data de la Edad del Bronce y es una réplica del Sun Wagon de Trundholm, el cual pertenece a la mitología de Dinamarca.
Los visitantes de la muestra comprobarán que debían reunirse unas condiciones previas claramente definidas para que un general romano victorioso pudiera pasearse triunfante en su cuadriga entre el exaltado pueblo llano de camino al palacio del Emperador.
La muestra se concentra, sin embargo, en los vehículos a motor. La historia de Audi contribuye con la aportación de tres ejemplares utilizados por jefes de Estado. Gerhard Schröder fue el primer canciller alemán en elegir un auto con los cuatro aros en su frontal para sus desplazamientos oficiales, decantándose por un Audi A8 blindado.
Pero, antes de la Segunda Guerra Mundial, una de las marcas antecesoras de Audi, y que hoy se representa con uno de los cuatro aros del emblema de la firma alemana, Horch, gozó de gran popularidad en un buen número de países.
Los visitantes de la exposición podrán contemplar el Horch 400 de 1930, utilizado por el Rey Haakon VII de Noruega, y también un Horch 830 BL muy especial. El ex presidente de Francia Charles de Gaulle utilizó este automóvil alemán cuando era general del ejército durante casi diez años, desplazándose con él en numerosas apariciones oficiales.
Los medios de transporte elegidos por los jefes de Estado asociados con la Guerra Fría también prometen despertar un gran interés. Un museo francés puso a disposición de Audi Tradition el Lincoln Continental en el que se desplazaba el Presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy. Hay otra pieza única, expuesta normalmente en el Museo del Automóvil de Riga (Letonia). Éste fue capaz de rescatar del desguace lo que fue el medio de transporte oficial de Nikita Khrushchev antes del final de la era soviética: un ZIL 111 G verdaderamente acorazado con un marcado aroma de diseño americano.
Otro automóvil del mismo período llega desde Inglaterra. Se trata del Rolls Royce Phantom VI en el que la Reina Isabel II viajó durante una visita de estado que hizo a Suiza en 1980. Mención aparte en la colección merece una pieza única conservada por Seat (Marbella), el 'Papamóvil', construido especialmente por la marca española para que el Papa Juan Pablo II se desplazara entre la multitud en 1982 cuando ofició una misa en el estadio del equipo de fútbol Barcelona, el Camp Nou.