Los modelos que comercializaba en el país del norte eran la Pick Up denominada Serie i y el SUV Ascender (foto) que al final eran la Canyon y Trailblazer ambas de Chevrolet.
Esta retirada le costará a Isuzu alrededor de 37 millones de dólares por conceptos de concesionarios y "mudanza". La partida de la japonesa es motivada por dos razones, la primera es debido a la estrepitosa caída de ventas en aquel país perdiendo un prácticamente la mitad de sus ventas de un año para otro (7.906 unidades en 2007, frente a las 15.751 de 2006), por otra parte es debido a que GM no desarrollará modelos que sirvan de sustitutos a los modelos que Isuzu comercializa.
La armadora japonesa ha optado por no desarrollar modelos propios para Estados Unidos por lo que su única forma en la que dejan representación es por parte de refacciones para los modelos que vendían.