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Nissan GT-R, maravilla tecnológica

Con un concepto único, el GT-R emplea lo último en tecnología y levanta la mano en la arena de los súper autos como un feroz contendiente. <EM>Por: Rubén Hoyo</EM>

Nissan GT-R, maravilla tecnológica

Noviembre de 2007. Presentado en el marco del Tokio Motor Show, celebrado durante el mes pasado (una noche antes para los afortunados como el suscrito en una isla artificial de Tokio con muchas semejanzas a un bunker antibombas), el GT-R no solo se convirtió en el lanzamiento más significativo de la edición 2007 del mencionado salón, sino que de paso toma lugar como el vehículo deportivo más extremo y emblemático de toda la industria japonesa.

Ciertamente existen otros vehículos deportivos muy interesantes en mundo automotor del sol naciente, verdaderos íconos como el WRX STi de Subaru o el Lancer Evolution de Mitsubishi, pero si tuviéramos que establecer una analogía, el Nissan GT-R sería lo que el Corvette para la industria norteamericana o el 911 para la europea. Un icono de deportividad con una tradición enorme.

A diferencia de sus predecesores, el nuevo GT-R fue diseñado desde el inicio como un vehículo global, por lo que  habrá por primera vez una versión con el volante a la izquierda, permitiéndole hacer su arribo a los mercados europeos y norteamericano. Asimismo es también la primera vez que no se basa en otro Nissan de producción ya existente.

El GT-R es fascinante y único por la filosofía con que fue diseñado, desde el inicio del proyecto se pensó que debía ser un auto que pudiera ser piloteado por cualquiera, que fuera cómodo, rápido y técnicamente muy avanzado, lo que le brinda atributos muy especiales; como el habitáculo atípicamente grande que presume, pero el ascenso y descenso es fácil debido a que no es tan bajo, mientras que el espacio para hombros cabeza y piernas es bastante mayor que muchos otros súper autos; El sistema de tracción integral le permite ser conducido bajo cualquier circunstancia climática, mientras que su transmisión de doble embrague con seis cambios equipa una función completamente automática para los días en que no se tienen ganas de humillar al paso de la luz verde de los semáforos a los vehículos vecinos.

A diferencia de un auto italiano que se basa en la sensualidad de la figura femenina, el GT-R es de formas agresivas, casi burdas y muy mecánicas.

Mecánicamente el GT-R recurre a una motorización ensamblada a mano en la planta de Nissan en Yokohama de seis cilindros en V con 3.8 litros de desplazamiento y doble turbo que genera 480 hp de potencia y 588 Nm, pero que cumple con la norma ambiental japonesa más estricta.

La suspensión regulable desarrollada conjuntamente con Bilstein, los enormes frenos provistos por Brembo y la utilización de materiales como fibra de carbón, aluminio y acero de bajo peso son también elementos que le dan al GT-R ese halo de exclusividad que requiere un vehículo que aspira a competir con los titanes a los que se tendrá que enfrentar este japonés.

El GT-R nació teniendo como objetivo brindar prestaciones equiparables a las de un Porsche 911 Turbo, y según las cifras de 7 minutos 38 segundos conseguidas en el complicado Nordschleife del circuito alemán de Nürburging y una aceleración de 0 - 100 km/h de 3.6 segundos, los ingenieros de Nissan consiguieron su objetivo e incluso hay quienes que lo superaron. Los mencionados números ubican al GT-R en la estratosfera de los vehículos deportivos pero a un precio significativamente inferior, algo así como 70,000 dólares para el mercado de EU, por lo que no solo pondrá en aprietos al mítico deportivo alemán, sino que de paso pone contra la pared a vehículos deportivos de mucho menor refinamiento o sofisticación mecánica como el Viper o el Corvette Z06.

En el interior las cosas también son bastante diferentes que en otros súper autos, el centro de información dispone de gráficas que fueron desarrolladas por Polyphony Digital Inc. Esos mismos que hacen el Gran Turismo y que presenta los indicadores de aceleración lateral, de frenada, posición de la dirección, boost y muchas otras funciones. Nuevamente esas formas robóticas y rudas predominan en el habitáculo, todos los mandos están orientados al conductor y pensados para ofrecer máxima comodidad aún en situaciones de manejo extremo.

El Nissan GT-R no llegará al mercado mexicano, ni siquiera lo evalúan como posibilidad, pero una cosa es cierta. Se ubica como un estandarte de la marca en términos de tecnología e innovación y seguramente todo el conocimiento generado a partir de su desarrollo se irá perneando a toda la gama del fabricante nipón.

rubenhoyo@autocosmos.com

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